Cartas inéditas a Mabel Amy Burton

Cartas inéditas a Mabel Amy Burton

Carroll, Lewis

Editorial Nocturna
Fecha de edición enero 2010 · Edición nº 1

Idioma español
Traducción de Frutos, María Eugenia
Prologuista Gallego Urrutia, María Teresa

EAN 9788493739645
141 páginas
Libro encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 14 mm x 21 mm


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P.V.P.  12,50 €

Sin ejemplares (se puede encargar)

Resumen del libro

Es el 25 de agosto de 1877, y en el seno de la familia Burton se recibe con sorpresa una carta a nombre de la hija pequeña, Mabel Amy Burton. Está firmada por un tal C. L. Dodgson, que afirma ser el autor de un librito titulado Alicia en el país de las maravillas, que desea regalarle a Mabel. Cuando la señora Harriet Burton, entre desconcertada y emocionada por ese singular y eminente personaje, da su autorización, se inicia una correspondencia entre sus dos hijas y ese extraño gentleman , como lo describiría la pequeña Mabel, de ocho años, tras su primer encuentro con él durante un paseo por la playa.
Estas cartas, acompañadas del texto de Carroll Ocho o nueve palabras sabias sobre la escritura de cartas, y de facsímiles y fotografías inéditas, conforman los restos de una de las relaciones más duraderas y estudiadas del famoso creador de Alicia y fotógrafo de niñas.

Lewis Carroll estaba orgulloso de sus fotografías, y con razón, pues fue uno de los mejores retratistas del siglo . W. H. AUDEN

CHARLES LUTWIDGE DODGSON (Daresbury, 1832 Guildford, 1898), más conocido como LEWIS CARROLL, fue profesor de Matemáticas en la Universidad de Oxford durante casi treinta años, además de autor de varias obras científicas, entre ellas Euclides y sus rivales modernos (1879) y El juego de la lógica (1886). En 1856, Dodgson descubrió la que sería una de sus pasiones: la fotografía. Así, a lo largo de más de veinte años, realizó una serie de tres mil retratos de los que apenas se conservan mil.
Pero la verdadera fama no le llegaría hasta la publicación de Alicia en el país de las maravillas (1865) que, acompañada por las ilustraciones de sir John Tenniel, tuvo un éxito inmediato, así como su secuela A través del espejo (1871). Más adelante publicaría diversos cuentos y poemas, entre ellos La caza del snark (1876) y los dos volúmenes de Silvia y Bruno (1889-1893), ilustrados por Harry Furniss. Murió en 1898, a la edad de sesenta y cinco años. I. Carta al padre de Mabel Burton
7. Lushington Road, Eastbourne
25 de agosto de 18 77
Muy señor mío:
Espero que disculpará la libertad que me tomo al dirigirme a usted, así como la libertad que me tomé hace unos cuantos días al hacer amistad con su hija pequeña, pero creo que ni siquiera alguien que no sea, como yo soy, un gran amante de los niños, podría dejar de sentirse atraído por ella. Como deseo dejarle en su domicilio un librito (librito que ya he regalado en distintas ocasiones a otras amiguitas), he llevado a cabo dos expediciones, en vano, para encontrar su alojamiento. Como no tengo la dirección correcta y, dado que ya no la veo en la playa, el único camino parece ser escribirle a la dirección de la ciudad. Si usted me permite regalarle el libro, indíqueme, por favor, si lo mando a Londres o a qué dirección. (El libro se titula Alicia en el país de las maravillas).
Reciba mis sinceros saludos,
C.L. Dodgson (de Ch rist Ch urch , Oxford) Comentario
¿Cómo podría dudarse del espanto suscitado por este correo en el seno de la familia de la chiquilla? Aparte del hecho de que el señor Burton hacía algunos años que había fallecido, Mabel no había creído necesario hablarle a su madre de su insólito encuentro en la playa con aquel extraño gentleman , como ella lo calificaría. Y sobre todo, ella estaba lejos de poder calibrar, desde la altura de sus ocho años, la notoriedad y la especie de aura creciente que rodeaban a su singular corresponsal.
Los sentimientos de la señora Harriet Burton, interrogándose sobre las circunstancias de una amistad tan insólita, iban de la perplejidad a la emoción ante la irrupción tan fuerte de un personaje tan eminente Él, tan insistente como precavido, fiel a su palabra, remitió el ejemplar prometido y, tras el libro, envió unas líneas: II. Carta a la madre de Mabel
7. Lushington Road, Eastbourne
28 de agosto de 18 77
Muy señora mía:
Le agradezco su carta, y envío el libro a Mabel. Espero que ella no considere en absoluto necesario escribir para acusar recibo del mismo, pues ya sé la molestia que representa escribir cartas para la mayoría de los niños. Nuestra amistad ha sido en verdad corta: si hubiese sabido que la mañana del sábado (he tenido encuentros con ella el jueves y el viernes) habría de ser la última vez que la viese, ciertamente no habría pasado, como lo hice, sin ir a unirme al grupo, pero temía parecer fastidioso si me acercaba cada vez que la veía en la playa y pensé que iba
a estar aquí dos o tres semanas. Con cariño para mi amiguita, reciba, señora, mis respetos.
C. L. Dodgson Comentario
En aquella época se instauró, entre el digno y asimismo chistoso Dodgson y la pequeña Mabel, una de las relaciones absolutas del universo tan personal del autor de Alicia, al que este último asociará por un lado al entorno próximo de su nueva amiga, su hermana mayor Florence y la madre de ambas.
Mabel evocará con unas palabras las visitas de Charles, las señales de atención que él raramente dejaba de dedicarles durante sus visitas a Londres, al distrito de Islington, donde vivían los Burton. Tantas anécdotas y detalles perdidos, de los que esa proximidad de entonces nos priva para siempre. ¿Cómo captar realmente con todo detalle, y recordar ahora los primeros momentos de esta relación, su contexto, la frecuencia, por
ejemplo, o incluso la cantidad de momentos compartidos, en fin, todo lo que podía alimentar, principalmente por parte de Charles, un afecto tan vivo en la letra y el espíritu, o todas las peculiaridades que percibía en ella? Nos quedan algunos papeles, preciosos, que permiten presumir la, digamos, densidad vibrátil de esos intercambios.
En los meses que siguieron a agosto de 1878, Mabel recibió un ejemplar dedicado de A través del espejo, pero es, al parecer, el año de sus diez años cuando se desarrollan verdaderamente las relaciones personales, en su plena dimensión carrolliana. Empezando por el regalo a su joven amiga, tan raro como simbólico, de una prueba de su retrato, adornado
con un ex dono escrito a mano en el reverso. Más aún que el regalo de sus obras, que él realizaba con bastante regularidad, un regalo semejante por su parte no puede sino entenderse, conociendo su relación realmente íntima con la fotografía, como una marca insigne de complicidad afectiva.
Durante ese mismo mes de junio de 1878, los contactos se concretan. En una misiva fechada el día 12, Charles obsequia a su joven amiga con una invitación a salir por la capital, no dudando, para hacerlo, en formular su propuesta con una convicción tan insistente como jovial: llama a Mabel mi pequeño gatito , adorna el encabezamiento de su mensaje con una adivinanza personalizada en relación con el nombre de su corresponsal
y, finalmente, firma el conjunto con su famoso pseudónimo.) III
Carta a Mabel
Adivinanza
¿Por qué tocan todo el día en Islington, desde finales de abril hasta principios de junio? Porque tienen una
Pero todavía no te diré la respuesta.
Ch rist Ch urch , Oxford
12 de junio de 18 79
Mi querida Mab:
Te he mandado una postal, pero me temo que no habrás podido descifrar mi mal francés. Ésta es su traducción al inglés: No me has dicho si me permitirán tomarte prestada o no. Quizá tú no te atrevas a venir del todo sola a una expedición tan alarmante . Supongo, por lo que dices sobre lo de ir de vacaciones, que te dejarán venir, pero quiero estar seguro. ¿De qué sirve hacer todo el camino hasta Islington para buscarte, si después descubro que no te puedo tener? (Eso no es una adivinanza). Si vengo, será sobre las once o las doce. Te daré algo de
comer (pan, queso y manteca) sobre la una o las dos, y te llevaré
de vuelta, cansada y enfadada, a las tres o las cuatro o las cinco, como puede ocurrir: justo en el momento en que me canse de ti, ya sabes. Así pues, escribe, mi pequeña gatita, y di sí o no y mándamelo a The Chestnuts, Guilford . Voy a ir allí dentro de uno o dos días, y puede que esté toda la semana que viene. Desde allí puedo llegar fácilmente a Londres para pasar el día, ya que sólo está a una hora de viaje.
Con afecto,
Lewis Carroll

Biografía del autor

Charles Lutwidge Dodgson (1832-1898), más conocido como Lewis Carroll, fue el mayor de los once hijos de un pastor protestante. En 1850, ingresó en la Universidad de Oxford, donde estudió Matemáticas y Humanidades, licenciándose en Lógica Matemática con sobresaliente. Después, trabajó como bibliotecario y más tarde fue profesor en el Christ Church College, con lo que su permanencia en la ciudad universitaria se prolongaría cerca de cincuenta años. También siguió la carrera eclesiástica, hasta el grado de diácono, pero sin llegar a ser sacerdote. También fue un gran aficionado a la fotografía, en un momento en que la cámara acababa de inventarse, e instaló en su casa un estudio fotográfico. Entre sus obras, encontramos artículos satíricos para periódicos, un libro sobre fotografía, varios tratados de Matemáticas, muchos poemas y, sobre todo, su libro más universal: x{0026}lt;i Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillasx{0026}lt;/i (1865), al que siguió x{0026}lt;i A través del espejo y lo que Alicia encontró allíx{0026}lt;/i (1871). Más tarde, en 1890, publicaría x{0026}lt;i Alicia para los pequeñosx{0026}lt;/i , adaptación para niños de cinco a ocho años; y otra novela, x{0026}lt;i Silvia y Brunox{0026}lt;/i (1889).





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