Parue il y a quatre-vingts ans dans une revue éphémère, cette nouvelle de Marcel Proust, oubliée de tous, a été retrouvée par Philip Kolb. Elle avait été publiée en 1896, dans La vie contemporaine. On peut penser qu'elle fut écrite en 1893, alors que Proust avait vingt-deux ans. On retrouvera avec amusement et curiosité, dans cette uvre de jeunesse, bien des thèmes et des mots proustiens : les crises d'asthme, les cattleyas, l'Opéra, et surtout une étude de la cristallisation de l'amour qui est déjà celle qui sera développée dans Un amour de Swann et dans l'analyse des sentiments que le narrateur de la Recherche porte à la duchesse de Guermantes et à Albertine.
Autor de una de las cumbres de la literatura universal, el ciclo A la busca del tiempo perdido, nació en París, en 1871, en el seno de una rica familia con ascendencia católica y judía. Enfermizo e hipersensible, desde su primera juventud fue acentuando su vocación literaria y estética. Dedicado a la escritura desde 1896, publicó colecciones misceláneas, Los placeres y los días, o su Contra Saint-Beuve, un libro que dejaría rastro en su futura obra magna. Durante varios años se empeñó en una especie de autobiografía espiritual, Jean Santeuil, que dejó sin publicar. Realizó traducciones de John Ruskin. Cuando murió su protectora madre en 1905, aislado y maniático, luchando contra los ataques de asma, se dedicó por entero a completar hasta su último aliento el gran conjunto narrativo À la recherche du temps perdu. Compuesto de siete tomos y miles de páginas, se publicó entre 1913 y 1927, y más de la tercera parte saldría de forma póstuma. También dejó un epistolario inmenso. Falleció el 18 de noviembre de 1922 por causa de una neumonía, a la edad de 51 años.
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