Aucun de nous ne reviendra. Auschwitz et après I

Resumen del libro

Aucun de nous ne reviendra est, plus qu'un récit, une suite de moments restitués. Ils se détachent sur le fond d'une réalité impossible à imaginer pour ceux qui ne l'ont pas vécue. Charlotte Delbo évoque les souffrances subies et parvient à les porter à un degré d'intensité au-delà duquel il ne reste que l'inconscience ou la mort. Elle n'a pas voulu raconter son histoire, non plus que celle de ses compagnes ; à peine parfois des prénoms. Car il n'est plus de place en ces lieux pour l'individu.


Une voix qui chuchote, déchirante. Un chuchotement à fleur de vie et d'horreur. Cette voix une fois entendue vous obsède, ne vous quitte plus. Je ne connais pas d'uvre comparable à celle de Charlotte Delbo, sinon Guernica, sinon le film Nuit et brouillard, même pudeur, même déchirure, même atroce tendresse, chez cette femme, chez Alain Resnais. Cette douloureuse et bouleversante incantation est de ces livres rares qui laissent soudain le lecteur en pays étranger à lui-même.

François Bott, L'Express, 1970

Biografía del autor

x{0026}lt;p x{0026}lt;b Charlotte Delbox{0026}lt;/b nació en 1913 cerca de París, en Vigneux-sur-Seine. Hija de emigrantes italianos, a los diecisiete años comenzó a trabajar como secretaria en la capital francesa. En 1932 se adhirió al movimiento de las Juventudes comunistas, y dos años más tarde conoció a Georges Dudach, muy activo en el seno del partido, con el que se casó en 1936. Un año más tarde, se convirtió en la secretaria de Louis Jouvet, entonces director del Théâtre de l'Athénée. El 2 de marzo de 1942, Charlotte y su marido fueron arrestados por las brigadas especiales de la policía francesa. Delbo fue encarcelada en La Santé, donde vio a Dudach por última vez el 23 de mayo, el mismo día en que fue fusilado. Fue trasladada a Auschwitz-Birkenau el 24 de enero de 1943 en un convoy junto con otras doscientas treinta mujeres, la mayoría miembros, como ella, de la Resistencia.x{0026}lt;/p x{0026}lt;p A principios de 1944 fue trasladada de nuevo, esta vez al campo de Ravensbrück, y en abril de 1945 fue liberada, después de veintisiete meses de cautiverio. De las doscientas treinta mujeres del convoy que llegó a Auschwitz, regresaron cuarenta y nueve. Unos meses después, mientras se recuperaba en un sanatorio suizo, Delbo comenzó a escribir x{0026}lt;i Ninguno de nosotros volveráx{0026}lt;/i , que se convertiría, veinticinco años más tarde, en el primer volumen de la trilogía x{0026}lt;i Auschwitz y despuésx{0026}lt;/i . En 1947, comenzó a trabajar para la ONU en Ginebra y vivió en Suiza doce años. A su regreso a París trabajó para el CNRS como asistente del filósofo Henri Lefebvre, a quien había conocido en 1932. Allí falleció en 1985, a los setenta y dos años.x{0026}lt;/p