Editorial Eterna Cadencia
Colección Relatos, Número 0
Fecha de edición agosto 2022 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788412492156
464 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 140 mm x 220 mm
Se suele recordar a Katherine Mansfield, autora consagrada del modernismo literario inglés, por su estrecho vínculo con la enfermedad, por su trágica y temprana muerte, por pasajes de sus diarios que en realidad no son tales, sino que fueron producto de la selección y edición que hizo su marido y albacea, John Middleton Murry. Gracias a las recientes investigaciones literarias, hoy tenemos acceso a los textos originales de Mansfield y podemos asegurar que no escribía diarios como nos hizo creer su marido, sino cuadernos en los que aparecen fragmentos de cuentos, borradores de cartas, recetas, listas de gastos, poemas, entradas de diario. La mayoría de estos textos inéditos en castellano aparecen por primera vez en Sopa de ciruela, traducidos directamente de las transcripciones de los más de cincuenta cuadernos que Mansfield dejó tras su muerte, a los que se suman una selección de cartas, textos encontrados en papeles sueltos, cuentos publicados en diversas revistas, apuntes de un viaje por el interior de Nueva Zelanda y algunas recetas de cocina. Sopa de ciruela se inspira en la comida como refugio, en la escritura como alimento vital; y la cuidada selección de estos textos nos permite conocer una faceta oculta e impostergable de la obra de Katherine Mansfield.
Katherine Mansfield (Nueva Zelanda, 1888-Francia,1923) fue una gran escritora que quiso trascender los límites de su tiempo y se reveló como una artista de la palabra. Trabajó sus cuentos como artefactos que trascendieran: bien por la temática: el paso del siglo XIX al XX, las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, bien por el lenguaje utilizado, sus observaciones precisas, la sutil belleza, la elegancia de su estilo narrativo. Publicó tres libros de cuentos Preludio, Je ne parle pas français, Felicidad y La fiesta en el jardín). A esto se suman sus cuentos dispersos en diversos medios, muchísimas notas (más de 120 reseñas), un libro de poesía (conocido de forma póstuma), sus cartas, un Diario canónico (editado -y manipulado- por su marido: John Middleton Murry) y sus papeles dispersos.
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