Los Sonetos de Shakespeare son una de las cumbres de la poesía lírica de todos los tiempos. Las circunstancias que rodearon su publicación y la ambigüedad en lo relativo a la identidad y al sexo de los destinatarios han servido de abono a múltiples conjeturas que, si bien no contribuyen a la comprensión de los sonetos, prueban no obstante el continuo interés que despierta esta obra. Cuatrocientos años después de ver la luz, la modernidad de estos textos sigue resultando sorprendente, y el enfoque singular del bardo de Bratford los ha dotado para siempre de un halo de misterio. En los sonetos asistimos a una suerte de representación dramática en la que una voz meditativa va desgranando, en lucha con el tiempo, los vaivenes del afecto y de la pasión, de la amistad y del amor, del anhelo y del desengaño. En esa percepción múltiple del teatro de los sentimientos se dan cita los motivos más diversos, desde la visión de la naturaleza hasta la denuncia social o la búsqueda de una trascendencia allende la muerte. Ramón Gutiérrez Izquierdo presenta esta versión ejemplar de los Shakespeare¿s Sonnets acompañada de comentarios y notas sobre todos y cada uno de estos poemas, máscaras diversas del hombre de las mil caras que fue William Shakespeare.
Nació en abril de 1564 en la ciudad inglesa de Stratford-upon-Avon (a la orilla del río Avon), a 180 km al noroeste de Londres. Su padre ocupó varios cargos en el ayuntamiento, así William pudo recibir una educación digna, aunque no llegó a la universidad. Muy joven, a los dieciocho años, se casó con una mujer ocho años mayor que él, con la que tuvo tres hijos. Su primer contacto con el teatro se produjo hacia 1587 en su propia ciudad, pues entró como ayudante en una compañía que se dirigía a Londres y con ellos parece que se marchó, sin su familia, haciendo de todo: cuidador de caballos, apuntador, tramoyista, y más tarde actor y autor anónimo. A finales del siglo XVI, los teatros se multiplicaron en todos los países de Europa con características similares: el mismo tipo de locales, la representación a primera hora de la tarde, público escandaloso, precios baratos y x{0026}lt;i subvencionesx{0026}lt;/i de los ayuntamientos. En Londres, el más famoso fue el x{0026}lt;i Teatro del Globox{0026}lt;/i , del que Shakespeare se convirtió en accionista y donde estrenó casi todas sus obras; este teatro se construyó en 1598 y ardió en 1613. Nuestro autor estrenó también en otros teatros. Retirado a su ciudad natal, murió el 23 de abril de 1616, la misma fecha de la muerte de Miguel de Cervantes. Hoy, en Stratford, se pueden visitar su casa, la iglesia de la Santa Trinidad, donde está enterrado y, sobre todo, el Royal Skakespeare Theatre, en el que la compañía titular de actores representa obras del autor todos los días.
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