Son Excellence Eugène Rougon

Resumen del libro

Son Excellence Eugène Rougon est le portrait d'un parvenu, d'un " homme nouveau " devenu homme du et de pouvoir sous le Second Empire. Le scalpel de l'écrivain naturaliste fouille la chair et l'âme du personnage qui incarne ce pouvoir, et interroge les mystérieux rapports du pouvoir et du sexe : Eugène Rougon, ministre autoritaire et répressif, " idolâtre " de lui-même et de sa force, est aussi un " chaste ". Son face à face avec l'autre " idole " féminine, Clorinde, est au centre de l' uvre. Et autour de cette guerre des sexes le roman décrit impitoyablement la comédie et les rouages de la machine à machinations : intrigues, coteries, groupes de pression, " théâtre " de la Chambre, coulisses de la cour impériale de Compiègne, revirements d'alliances, retournements cyniques de politique, espionnage, manipulations policières. Roman de la politique, l' uvre conclut à la politique comme roman, comme théâtre, comme fiction : le pouvoir est partout et nulle part, tout le monde est à la fois manipulateur et manipulé, spectateur éberlué et acteur de la pièce. L'un des romans les plus méconnus de la série des Rougon-Macquart.

Biografía del autor

Émile Zola nació en París en 1840. La muerte temprana de su padre lo llevó a vivir una infancia llena de privaciones y a dejar la escuela, donde conoció a su amigo, el pintor Paul Cézanne, para buscar trabajo. Su primer contacto con la literatura fue trabajando de dependiente en la librería Hachette; en 1871, ya trabajaba en Los Rougon-Macquart, un proyecto literario que concluiría en 1893 y comprendería veinte novelas entre las que cabe destacar El Tugurio (1877), Nana (1880) y Germinal (1885). La saga, que, inspirada en el modelo de La comedia humana, de Honoré de Balzac, y ambientada en el Segundo Imperio, está compuesta por novelas autoconclusivas con personajes compartidos, supuso el gran legado del movimiento literario del naturalismo, fundado por el mismo Zola. Su implicación en los problemas sociales de Francia no se limitó a sus novelas; tomó un papel activo en el caso Dreyfus en defensa de la inocencia de un militar francés de origen judío acusado falsamente de ser un espía. Lo hizo a través de diversos artículos, entre los cuales se encuentra su célebre Yo acuso (1898). Las consecuencias no se hicieron esperar y el Gobierno orquestó una campaña de difamación contra Zola, que se exilió a Londres y jamás se recuperó del impacto psicológico y económico de luchar contra el antisemitismo y de defender la justicia hasta las últimas consecuencias. Murió en 1902, supuestamente asfixiado, aunque probablemente asesinado por alguien que tapó la chimenea de una estufa. Su funeral en París fue multitudinario. Cuatro años después de su muerte, Alfred Dreyfus fue declarado inocente.