Editorial Libros de Seda S.L.
Fecha de edición abril 2024 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788419386373
352 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 150 mm x 220 mm
Prue Sarn es una joven a la que todos rechazan por tener labio leporino.
Así las cosas, las Parcas pronostican que nunca conocerá el amor.
Sin embargo, es fuerte y poseedora de una gran belleza interior.
La superstición hace que muchos la rechacen y la acusen de ser una bruja, pero la dulzura de su espíritu hace que se enfrente a todo eso para superarlo.
Su hermano, que también se enfrenta al mundo, lo hace por motivos muy distintos; está harto de ser pobre y lo que quiere es hacer dinero.
Su ambición es tan fuerte que casi resulta lujuriosa.
Kester Woodseaves ama la vida y la creación.
No acepta la crueldad de las personas, ni para con la naturaleza ni entre ellas.
También es el único que sabe ver la belleza en todas las cosas y en las personas.
¿Qué futuro les aguarda a todos ellos?
Mary Gladys Webb nació en 1881 en Leighton, un pueblo de Shropshire, en Reino Unido. Su madre era descendiente de Walter Scott y su padre, que era profesor, le infundió su amor por la literatura y la naturaleza. Muy observadora de las gentes, los animales y los paisajes de Shropshire, se hizo vegetariana a una edad muy temprana. Empezó a escribir cuando tenía diez años, pero siempre acababa quemando todos sus poemas. Sin embargo, una vez su hermanó leyó uno que había escrito sobre un accidente ferroviario que había tenido lugar en Shrewsbury y, sin decirle nada, lo llevó al Shrewsbury Chronicle, que lo publicó anónimamente. Mary quedó asombrada ante la buena acogida que tuvo. En 1912 se casó con Henry Webb, un profesor, y en 1916 publicó su primera novela, The Golden Arrow, a la que seguiría Bajo tierra en 1917. Ninguna tuvo éxito y Webb empezó a pedir anticipos y préstamos a su editor. Sin embargo, enseguida volvía a quedarse sin dinero, debido, sobre todo, a su generosidad hacia la gente más desfavorecida. En 1921 el matrimonio se mudó a Londres con la esperanza de alcanzar algún reconocimiento literario, pero solo lo obtuvo de unos pocos escritores como Rebecca West o Arnold Bennett, mientras que los lectores se resistían a interesarse por su obra. Desde los veinte años Mary Webb había desarrollado la enfermedad de Graves-Basedow, y ese sufrimiento, así como su añoranza de Shropshire, le servirían de inspiración para Precioso veneno (1924). A pesar de ganar el Prix Femina Vie Heureuse con esta novela, no alcanzó el éxito hasta después de su temprana muerte en 1927, cuando el primer ministro Stanley Baldwin se refirió a ella como un genio olvidado .
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