Editorial Fayard
Fecha de edición enero 2004 · Edición nº 1
Idioma francés
EAN 9782213618517
240 páginas
Libro
La guerre de 1940 au quotidien. Vécue, vue non par les combattants (lesquels ?), mais par une femme que l'arthrite commence à immobiliser. Les restrictions, quelques recettes pour les oublier ou faire semblant, le marché noir, le système "trucs et trocs", l'entraide qui réunit les habitants du Palais-Royal, les distractions (la lecture, principalement), les expositions (de poupées anciennes, de papillons...), le petit peuple de Paris, les animaux et les privations auxquelles eux aussi sont soumis... Ces tableaux croqués au jour le jour sont autant d'images de moments disparus que l'Histoire n'a pas toujours pu retenir, mais que Colette, avec sa rare acuité, a su capter et, par son style incisif, éterniser.
Colette, cuyo nombre completo era Sidonie-Gabrielle Colette, nació en 1873 en una pequeña localidad de Borgoña. Educada sobre todo por su madre, mujer moderna e inconformista, que había causado escándalo al acoger a su servicio a jóvenes madres solteras, y en la que la autora se inspiró para escribir la novela Sido (1930), Colette pasó la infancia en estrecho contacto con la naturaleza, algo muy presente en su obra literaria. A los veinte años se casó con Henry Gauthier-Villars, personaje muy destacado de la Belle Époque parisina, conocido con el seudónimo de Willy, y se trasladó a la capital. Bajo la influencia de su marido, comenzó a escribir y publicó las novelas de la serie Claudine , que, inicialmente atribuidas a Willy, tuvieron un gran éxito. Tras un tumultuoso divorcio, buscó la emancipación y el reconocimiento personal trabajando como actriz de teatro y de music-hall, experiencias descritas en La vagabunda (1910), y escandalizando a la sociedad parisina con sus actuaciones provocadoras y su vida amorosa poco convencional. Escribió más de setenta obras, entre las cuales destacan Chéri (1920) y Gigi (1944), adaptada luego al cine por Vincente Minnelli. En 1945 fue admitida en la Academia Goncourt y fue la primera mujer en presidirla, hasta su muerte, en 1954.
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