Por sus obligaciones como mujer de un pastor unitario, Elizabeth Gaskell hubo de conocer de primera mano las condiciones de vida de los obreros de Manchester y las consecuencias de la Revolución industrial. Dar voz al sufrimiento que de vez en cuando se abate sobre esas personas mudas e intentar conciliar sus intereses con los de los altivos patronos fue el propósito de su primera novela, Mary Barton (1848). Quiero trabajo, es mi derecho , clama uno de sus protagonistas: en este ambiente de tensión social, agravado por la pobreza y el desempleo, se inscribe la peripecia de una muchacha que coquetea con el apuesto hijo del patrono y desprecia al pretendiente -un antiguo compañero de juegos de la infancia, honrado e inteligente- que daría su vida por ella. Un crimen inesperado somete a la heroína a un dilema crucial y la obliga a reconocer, quizá cuando ya sea demasiado tarde, sus verdaderos sentimientos. Una trama llena de situaciones límite, una escritura cultivada y puntillosa y unos personajes descritos con simpatía y vigor realzan el valor de esta novela. Con ella, Elizabeth Gaskell hizo su brillante y polémico debut en la escena literaria inglesa y enseguida fue reclutada por Dickens para que escribiera en su revista Household Words.
Elizabeth Gaskell (Londres, 1810 Alton, Hampshire, 1865). Es una de las escritoras victorianas más relevantes y queridas de Inglaterra. Huérfana de madre desde pequeña, fue a vivir con su tía a Knutsford, una pequeña ciudad rural como la que se describe en este relato, donde tuvo una infancia plácida y feliz. Se casó con un ministro de la capilla unitaria de Cross Street y se mudaron a Manchester. La llegada al norte de Inglaterra, más industrializado, fue un choque muy fuerte para ella, que quiso reflejar en sus obras el impacto del progreso en las tranquilas sociedades rurales de Inglaterra.
|