Un preso de la Inquisición española se enfrenta al inaudito dilema de tener que decidir si morir acuchillado por un péndulo o precipitarse al vacío. En Italia, Montresor urde una cruel venganza sobre Fortunato en la noche de Carnaval. A orillas del Rin, un joven recuerda a la bella y misteriosa Ligeia, recientemente fallecida. Pero su espíritu parece renacer entre las tinieblas. En plena alta mar, en un espacio liminal a caballo entre los sueños y la realidad, un tenaz pasajero busca abrirse camino en un buque fantasma.
Edgar Allan Poe es uno de los escritores más conocido, y a la par más oscuro, que jamás haya generado la historia de la literatura norteamericana. La legendaria fascinación que ha ejercido en sus lectores le convierte en un personaje menos maldito y provocador de lo que sus críticos y detractores han insistido en cultivar. Amamos a Poe tanto como le tememos. Tal vez se deba a sus macabras e indómitas historias, a su disoluto estilo de vida o su cariz antisocial. Sea como fuere, doscientos años después de su nacimiento y a pesar de las numerosas biografías dedicadas a su figura, sabemos que esta recopilación de relatos emblemáticos publicados por Navona nos depara emociones desgarradoras e ideas poco convencionales. Pero quizá sea esta la única manera de conocer al auténtico e insondable Edgar Allan Poe.
Edgar Allan Poe (1809-1849) fue uno de los grandes genios de la literatura universal. Sus cuentos, a menudo teñidos de un terror psicológico sin igual, exploraron obsesiones, miedos y lo sobrenatural con un estilo lírico y preciso que marcó a generaciones. Pionero del género detectivesco con su inolvidable Auguste Dupin, Poe también dejó huella como poeta, autor de versos tan célebres como El cuervo, que aún resuena en la cultura popular. Su vida, breve y turbulenta, alimentó la leyenda de un escritor maldito y romántico, pero su obra trasciende cualquier anécdota personal: es un viaje fascinante a los abismos del alma y una invitación perpetua a cruzar las fronteras de la realidad.
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