Editorial Alquimia Ediciones
Fecha de edición mayo 2025 · Edición nº 01
Idioma español
EAN 9789566188513
128 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 210 mm x 140 mm
En una carta al poeta Pablo de Rokha, Huidobro confiesa: "Lo único que me distrae un poco, lo único que me impide suicidarme, es jugar a los versos, en el instante extra de hacer un poema, el instante que me arranca de lo habitual, que me hace tener una visión loca del mundo". Una declaración que opera como un punto de partida o una ventana a la vida y al pensamiento de uno de los poetas más audaces y revolucionarios del siglo XX. En sus epístolas, Huidobro no solo revela su faceta como escritor e impulsor del creacionismo, sino también como hombre apasionado, crítico y profundamente humano.
A través de sus misivas dirigidas a escritores, amigos y personajes claves de su tiempo, descubrimos al artista en constante diálogo con su época: sus debates literarios, sus luchas políticas y sus sueños de transformar el arte y el mundo. Cada carta es un testimonio de su búsqueda incesante por la belleza y la innovación, con la voz de un creador que nunca dejó de reinventarse.
"Lo único que me distrae" conforma un epistolario imprescindible para quienes desean comprender al escritor chileno más allá de sus versos. Un acercamiento íntimo a su genio creativo, y una invitación a recorrer las páginas menos conocidas de la vida de Huidobro, en las que la poesía late incluso en su prosa epistolar.
Nacido en Santiago (Chile) el 10 de enero de 1893, tanto su pertenencia familiar a la oligarquía como el interés literario de su madre posibilitaron que desde la infancia estuviera en permanente contacto con las letras, además de verse estimulado culturalmente por frecuentes viajes a Europa. Ya en su juventud, mientras cursaba unos inacabados estudios de literatura en la Universidad de Chile, destacó por tempranas publicaciones que forman parte de su aprendizaje poético. Sería a partir de 1916 x{0026} x02014;especialmente con su viaje a Parísx{0026} x02014; cuando conformaría su particular voz poética y sentaría las bases del creacionismo, constituyendo su obra El espejo de agua (1916) un genuino manifiesto de dicha corriente estética, que cristalizaría con la publicación de los excelsos poemarios Altazor (1931) y Temblor de cielo (1931). Consagrado como el gran impulsor de la vanguardia en América Latina, su participación en la Segunda Guerra Mundial como capitán en el Ejército francés le provocó unas heridas que terminaron causando su muerte en 1948, en tierras chilenas y frente al mar.
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