Editorial Valdemar
Colección El Club Diógenes, Número 64
Fecha de edición febrero 1997 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788477021841
224 páginas
Libro
Dimensiones 110 mm x 170 mm
Aunque de formación científica (estudió
y ejerció como médico), Sir Arthur Conan Doyle manifestó
un creciente interés por el espiritismo y las comunicaciones con
el Más Allá -interés que coincide con una corriente
en auge en su época de atracción hacia el espiritismo- y
que se incrementó a raíz de la desgraciada pérdida
de su hijo Kingsley en la Primera Guerra Mundial. Su fe en las comunicaciones
con el Más Allá le lleva a participar en sesiones espiritistas,
dar conferencias y escribir estos dos opúsculos místicos
que nos revelan minuciosamente la vida después de la muerte, anticipándose
a ciertos planteamientos de la actual New Age, en los que llega a afirmar:
Todos los difuntos están de acuerdo en declarar que el tránsito
al otro mundo es fácil a la vez que indoloro y va seguido de una
profunda sensación de paz y bienestar. El individuo se encuentra
en un cuerpo espiritual absolutamente análogo al precedente, salvo
que todas sus enfermedades, debilidades o deformidades le han abandonado.
Este cuerpo espera o flota al lado del antiguo cuerpo y tiene conciencia
tanto de éste como de las personas circundantes .
Arthur Conan Doyle nació en Edimburgo en 1859, en una familia donde casi todos destacaban en alguna actividad artística. En su ciudad natal se educó en una escuela pública y después pasó a un colegio de jesuitas, donde conoció bien a los prosistas latinos y a los clásicos ingleses, principalmente a Shakespeare. Posteriormente, estudió Medicina en la Universidad de Edimburgo hasta 1881. En 1886 termina de escribir x{0026}lt;i Estudio en escarlatax{0026}lt;/i , donde definía el personaje de Sherlock Holmes, quien protagonizaría muchas de sus historias hasta 1926 (x{0026}lt;i El signo de los cuatrox{0026}lt;/i , x{0026}lt;i El sabueso de los Baskervillex{0026}lt;/i , x{0026}lt;i Las aventuras de Sherlock Holmesx{0026}lt;/i ...). No obstante, Doyle también creó otros personajes singulares, como el profesor Challenger (protagonista de varias novelas, entre ellas x{0026}lt;i El mundo perdidox{0026}lt;/i ), y escribió novela histórica, que según confesó era su máxima aspiración literaria. En 1902 recibió del gobierno el título de x{0026}lt;i Sirx{0026}lt;/i , y falleció en 1930 en Crowborough (Inglaterra) de un ataque al corazón.
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