Hay una impresionante constancia en el pensamiento de Colli. En La naturaleza ama esconderse (1948), vemos trazarse con precisión los límites del terreno, filosófico y filológico, que Colli explorará después en La sapienza greca. Su presupuesto se pone de manifiesto inmediatamente, con brusquedad: desde nuestra perspectiva, se han comprendido hasta hoy muy pocas cosas vitales de Grecia, fuera de lo que han dicho Nietzsche y Burckhardt . Y, en especial, por lo que concierne al pensamiento, sobre todo hay que desembarazarse de casi toda la crítica moderna que interpreta a los presocráticos según lo que cree entender de Aristóteles . De este modo, la mayor parte de este libro está dedicada a un minucioso examen de todo lo que ha llegado hasta nosotros, a través de Aristóteles y Teofrasto, acerca de los primeros sabios de Grecia. En la visión de Colli, la filología y la historia tienen una finalidad única y común: reducir los datos históricos a los términos claros de expresiones explícitas a nuestro alcance . Mediante una indagación armada de todas las sutilezas analíticas hay que llegar a hacer resonar la afinidad interior suscitada por una expresión lejana . El fin sigue siendo captar a los presocráticos a través de sus propias palabras . En la parte fundamental de este libro, dedicada a Parménides, Heráclito y Empédocles, este intento se ha manifestado de manera memorable.
Giorgio Colli, filósofo y hombre de cultura, fue profesor de filosofía antigua. Pero su labor más destacada se desarrolla en la edición de textos. Su proyecto editorial, su Enciclopedia, era llegar a los lectores reales de los libros, no a especialistas encerrados en sistemas de enseñanza. Constituyó una colección de un centenar de títulos publicados en nueve años, que a menudo ofrecían primeras traducciones en italiano de obras maestras. Los textos eran presentados con un prefacio esencial, suficiente para un lector capaz de juzgar por sí mismo.
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