Espejo roto, la novela más extensa y ambiciosa de Mercè Rodoreda, relata la historia de una casa señorial barcelonesa y sus habitantes desde principios del siglo XX hasta los años inmediatamente posteriores a la guerra civil, y es, además, una grandiosa puesta en escena de la desolación y caducidad del ser humano.
Insoportablemente cruel en unos pasajes, dolorosamente conmovedora en otros, transfigurada por los fastos del lujo y por las claridades mohosas de la decadencia y la depredación, esta crónica familiar se impone como uno de los títulos mayores de la narrativa hispánica contemporánea.
x{0026}lt;p x{0026}lt;b Mercè Rodoredax{0026}lt;/b (1908x{0026} x02013;1983) era hija única de una familia bohemia que no la envió a la escuela porque en casa x{0026} x0201C;se aprende másx{0026} x0201D;. Casada y divorciada, tuvo una intensa actividad como periodista bajo el gobierno de la Generalitat. Al finalizar la Guerra Civil, tuvo que exiliarse tras el triunfo del movimiento sedicioso y se estableció en Francia, huyendo de las posibles represalias por haber escrito en catalán, su idioma nativo, que fue prohibido por las nuevas autoridades franquistas.x{0026}lt;/p x{0026}lt;p En su exilio x{0026} x02014;al principio en París y después en Ginebrax{0026} x02014; se fue reinventando como artista, primero con poemas y cuentos y, a partir de los años sesenta, con un conjunto de novelas que la convertirían en una de las autoras más leídas de la literatura catalana. Además de x{0026}lt;i La plaza del Diamantex{0026}lt;/i (1962), traducida a más de cuarenta idiomas, publicó x{0026}lt;i Veintidós cuentosx{0026}lt;/i (1958), x{0026}lt;i La calle de las Cameliasx{0026}lt;/i (1966), x{0026}lt;i Jardín junto al marx{0026}lt;/i (1967), x{0026}lt;i Mi Cristina y otros cuentosx{0026}lt;/i (1967), x{0026}lt;i Alomax{0026}lt;/i (1969), x{0026}lt;i Espejo rotox{0026}lt;/i (1974), x{0026}lt;i Parecía de sedax{0026}lt;/i (1978), x{0026}lt;i Viajes y floresx{0026}lt;/i (1980) y x{0026}lt;i Cuánta, cuánta guerrax{0026} x02026;x{0026}lt;/i (1980). En 1979, muerto el dictador, Rodoreda volvió definitivamente a su país, donde moriría cuatro años más tarde.x{0026}lt;/p
|
||||||