Editorial Alianza
Lugar de edición
Madrid
Fecha de edición junio 2020 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788491819622
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 155 mm x 235 mm
El gran friso narrativo de los Episodios Nacionales sirvió de vehículo a Benito Pérez Galdós (1843-1920) para recrear en él, novelescamente engarzada, la totalidad de la compleja vida de los españoles (guerras, política, vida cotidiana, reacciones populares) a lo largo del agitado siglo XIX.
El presente estuche reúne, en dos volúmenes, los diez episodios que integran la Primera Serie y que, encabezados por "Trafalgar", prólogo bélico que nos presenta a Gabriel de Araceli, protagonista e hilo conductor de la serie, abarcan y describen la Guerra de la Independencia.
A partir de la alianza hispanofrancesa presente en la batalla naval, vamos asistiendo a las intrigas políticas y a los actos que llevan propiamente a la inversión de las tornas y, así, a la guerra: la subrepticia ocupación del país por las tropas de Napoleón, la huida de la corte, el levantamiento del 2 de mayo en Madrid, la retirada de las cortes a Cádiz, la destacada victoria de Bailén, los sitios de Zaragoza y Gerona, la resistencia popular encarnada por los guerrilleros como Juan Martín el Empecinado y la decisiva batalla de los Arapiles
Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920) contaba treinta años y solo había publicado tres novelas cuando inició los Episodios nacionales. Bachiller en Artes en Tenerife, se trasladó en 1862 a Madrid para estudiar Derecho y se integró rápidamente en la vida cultural de la capital, cultivando amistades, asistiendo al Ateneo, participando en tertulias, siguiendo los estrenos teatrales y, a partir de 1865, escribiendo en la prensa, con algún viaje al extranjero y el abandono final de los estudios en tiempos de la Revolución de 1868. En ese período se fragua su primera novela, La fontana de oro, publicada en 1870. Después, y durante más de un lustro, lo absorberían las dos primeras series de los Episodios (1873-1879), tras las cuales abandona la novela histórica para dedicarse, durante casi veinte años, a novelar lo contemporáneo, y regresar a aquella en el cambio de siglo.
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