Editorial Guillermo Escolar Editor SL
Colección Desclasados, Número 0
Fecha de edición noviembre 2024 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788419782700
104 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 135 mm x 210 mm
Los dos escritos de Romain Rolland aquí editados, Empédocles de Agrigento (1918) y El relámpago de Spinoza (1924), fueron publicados de manera conjunta en 1931. La unidad temática de ambos textos justifica este criterio integrador, que es el que sigue Pilar Benito Olalla, responsable de una traducción novedosa y muy cuidada. Los dos textos de Rolland sobre estos memorables filósofos, Empédocles y Spinoza, coinciden en la apropiación entusiasta, ardorosa, de obras que trascienden la contingencia histórica para mostrar su valor y resonancia en la actualidad. Surge así un deslumbrante juego hermenéutico en el que es una aproximación individual como la de Rolland, marcada por una potente subjetividad, la que desvela aspectos esenciales, hasta ahora ocultos, de la obra de estos autores. Comparece ante el lector una armónica tríada de voces rotundas: la fecunda impronta filosófica de Empédocles y Spinoza, y el peculiar sello literario de Rolland.
ROMAIN ROLLAND (Clamecy, 1866; Vézelay, 1944), narrador, dramaturgo y ensayista, fue la conciencia europea de entreguerras. Pacifista insobornable y de educación enciclopédica, publicó sus escritos contra la Primera Guerra Mundial (cuyo estallido le había sorprendido en Ginebra) desde la Suiza neutral y obtuvo el Premio Nobel de literatura en 1915. Pese a ocupar una cátedra de historia de la música en la Sorbona, vivió de forma espartana, trabajando día y noche para ampliar sus saberes a través de la lectura. Su biografía de Beethoven, leída y releída con reverencia durante décadas, y con la que dio un poderoso impulso en el siglo XX a la recepción francesa del compositor alemán, muy comedida hasta entonces, fue uno de sus mayores éxitos editoriales. Una secuela tardía de esta veneración fue el ensayo Goethe y Beethoven, de 1930, cuya primera entrega había ya aparecido en la revista Europa en 1927. Además de su culto a ciertos artistas excepcionales, sobre los que compuso una serie de biografías admirables (Miguel Ángel, 1907; Händel, 1910; Tolstoi, 1911), y su interés por los pensadores de la India y las experiencias de la Rusia soviética, su simpatía por los hombres animó siempre el trasfondo de sus dramas históricos y filosóficos. Su obra narrativa, entre la que destaca el ciclo novelístico Jean-Christophe (de próxima aparición en Firmamento), revela tanto la modernidad de sus temas como la originalidad de sus formas, deudoras de una mirada universalista que no impidió que encarnasen como uno de los mayores valores de las letras francesas de la primera mitad del siglo XX.
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