Cuando Linus Daff tuvo que idear una excusa creíble para salvar a un amigo de las iras de su esposa, descubrió que tenía un don especial al que dedicaría el resto de su vida: inventar historias. Hasta él acudieron gentes de las más distintas clases sociales, víctimas de las encorsetadas normas del Londres victoriano, con un mismo fin, recomponer un pasado, montar una nueva vida o adecentar una oscura fortuna. Su gran imaginación, unida a un innato conocimiento de los comportamientos humanos le facilitaron prestigio, fama y dinero. En Cuba inventará su última y más importante historia, la de su nueva vida.
Marta Rivera de la Cruz (Lugo, 1970) cursó estudios de Periodismo en Madrid y ya en sus años de estudiante dejó clara su vocación literaria. Los primeros reconocimientos a su trabajo como escritora le llegaron en 1996, cuando fue finalista del Premio JB de Novela Corta, y en 1998, año en el que obtuvo el Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla por x{0026} 60; i x{0026} 62; Que veinte años no es nada x{0026} 60; /i x{0026} 62; . Tal vez, su obra más conocida sea x{0026} 60; i x{0026} 62; En tiempo de prodigios x{0026} 60; /i x{0026} 62; , con la que fue finalista del Premio Planeta en el año 2006. En 2008 obtuvo el V Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil con su obra x{0026} 60; i x{0026} 62; La primera tarde después de Navidad x{0026} 60; /i x{0026} 62; .
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