Editorial Lumen
Fecha de edición enero 2009 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788426416933
1024 páginas
Libro
Dimensiones 160 mm x 237 mm
Una de las obras maestras de la literatura del siglo XX por primera vez traducida al castellano.
Justo antes de que caiga la era eduardiana, en los albores de la I Guerra Mundial, toma lugar esta historia de traición, romance y el horror de las trincheras. En el centro de la narración está la escandalosa separación de Christopher Tietjens, un clásico caballero inglés, conservador y convencional, e impecable súbdito de la corona inglesa, y su esposa Sylvia, una mujer bella, arrogante, contestataria y símbolo de los nuevos tiempos. Christopher ve cómo su matrimonio se desborona mientras Europa es consumida por la tragedia.
Conocido en España casi exclusivamente por la novela El buen soldado y la tetralogía El final del desfile fue un escritor incansable que publicó más de ochenta libros, editó dos de las revistas literarias más influyentes del siglo XX x{0026} x02013;la English Review y la Transatlantic Reviewx{0026} x02013;, descubrió a D.H. Lawrence, ayudó a Ezra Pound, difundió a James Joyce, empleó a Ernest Hemingway, colaboró con Joseph Conrad y tuvo una amistad grande, aunque difícil, con Henry James. Se alistó a los cuarenta y un años para luchar en la Gran Guerra y en 1919 cambió el apellido paterno Hueffer por Ford para evitar el sentimiento antigermánico que se extendía por el Reino Unido a causa de la contienda, y, de paso, para dejar atrás su pasado conyugal con dos señoras Hueffer. Ford fue un hombre contradictorio: presumía de ser el último conservador inglés y al mismo tiempo defendió como nadie el internacionalismo y el cosmopolitismo. Pound decía que Ford tenía todas las virtudes junto con la habilidad de demostrar siempre la equivocada. De su extensa producción literaria, Ford solo dedicó dos obras a sus lugares preferidos, Nueva York y la Provenza. Nueva York no es Norteamérica son las notas de un intenso viaje a la capital oficiosa de Estados Unidos que termina apaciblemente en la Provenza.
|