Editorial Laertes editorial, S.L.
Colección Aventura, Número 23
Fecha de edición junio 2009
Idioma español
Traducción de Olcina i Aya, Emili
EAN 9788475842288
Libro
encuadernado en tapa blanda
De todos es conocido el enorme talento de Edgar Allan Poe para hacernos vivir el terror irracional.
Quizá sean menos los que saben que Poe fue el fundador de la literatura detectivesca, llevando la perfección literaria y la riqueza de estímulos imaginativos hasta un techo que otros (Chesterton o Doyle) rozarán sin abrirle brecha.
Es tópico imputar a Poe la tendencia a perderse en construcciones fantasiosas que reflejan su atormentado mundo interior, pero lo alejan de la realidad de un entorno que casi siempre le fue hostil.
Sin embargo, las obras fantásticas o terroríficas de Poe tienen en común con sus obras detectivescas que el misterio siempre, de algún modo, se hace comprensible.
En la literatura detectivesca, la razón es desafiada, acepta el desafío y vence; y es Poe, el presunto apóstol de lo irracional, el que idea esa fórmula literaria del triunfo de la razón y del hallazgo de lo real detrás de lo quimérico.
Edgar Allan Poe (1809-1849) fue uno de los grandes genios de la literatura universal. Sus cuentos, a menudo teñidos de un terror psicológico sin igual, exploraron obsesiones, miedos y lo sobrenatural con un estilo lírico y preciso que marcó a generaciones. Pionero del género detectivesco con su inolvidable Auguste Dupin, Poe también dejó huella como poeta, autor de versos tan célebres como El cuervo, que aún resuena en la cultura popular. Su vida, breve y turbulenta, alimentó la leyenda de un escritor maldito y romántico, pero su obra trasciende cualquier anécdota personal: es un viaje fascinante a los abismos del alma y una invitación perpetua a cruzar las fronteras de la realidad.
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