El árbol de la ciencia (para el propio Pío Baroja el libro más acabado y completo de todos los míos ) es la obra en la que la técnica narrativa del novelista ?el gusto por la sucesión ininterrumpida de acontecimientos, la abundancia de personajes secundarios, la hábil articulación de situaciones críticas, el impresionismo descriptivo, el rápido trazo de caracteres alcanza su mayor eficacia, así como aquella en que, en palabras de Azorín, se halla mejor que en ningún otro libro el espíritu de Baroja .Es la tercera novela de la trilogía La Raza. Narra en ella la vida de Andrés Hurtado desde el comienzo de sus estudios de medicina. El menor atisbo de felicidad asoma en su existencia vulgar: una facultad agria, una familia poco afectuosa y unos amigos nada generosos. Su propia profesión le sirve para odiar más a los hombres, y sólo junto a Lulú, una muchacha atrevida y que rebosa ternura, encuentra Andrés cierta felicidad.
Pío Baroja (1872-1956) nació en San Sebastián y vivió, durante gran parte de su vida, en Madrid, donde estudió Medicina y se doctoró con una tesis sobre el dolor. Ejerció la profesión de médico, pero hacia 1900, tras regentar brevemente una panadería familiar, decide dedicarse a la literatura. A lo largo de medio siglo escribió casi un centenar de novelas, muchas agrupadas en trilogías, ensayos, memorias, teatro y un libro de poesías. Integrante de la llamada Generación del 98, y miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1934, prefirió la soledad al contacto con la sociedad literaria. Su estilo narrativo, de un realismo vigoroso y poco dado a las sutilezas, le permitió caracterizar con un tono pesimista y rotundo las miserias de la sociedad de su época; hábil narrador en sus novelas, compuestas de aventuras, digresiones y episodios entretenidos, destaca la menudo la fuerza de voluntad de sus personajes más sobresalientes.
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