Editorial Akal
Colección Nuestros clásicos, Número 0
Lugar de edición
Tres Cantos, España
Fecha de edición noviembre 2006 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788446010548
440 páginas
Libro
Dimensiones 120 mm x 170 mm
Desde el mismo momento de su publicación en 1876, ha sido Doña Perfecta una obra de continuo éxito editorial y de público y ha resultado la más estudiada de las novelas galdosianas tras Fortunata y Jacinta.
Igualmente, ha sido una de las obras más influyentes sobre autores posteriores, además de uno de los textos españoles más leídos después del Quijote.
A pesar de esto, o por ello mismo, ha sido acusada también de ser una obra defectuosa, inmadura, partidista, de tesis...
e, incluso, de no ser una novela sino un panfleto anticlerical y anticatólico, obviándose que presenta tal serie de elementos diversos que su comprensión y su análisis se convierten en una empresa compleja y difícil de realizar.
Y hasta tal punto se conforma, así, una obra enrevesada que la crítica no ha conseguido ponerse de acuerdo en algunos de sus aspectos centrales.
en último término, a causa de la habilidad del por entonces joven Galdós para presentar una obra extraña, en bastante medida, no sólo al panorama literario español de comienzos de la Restauración borbónica, sino de lo que se acostumbraría a escribir y leer todavía años después.
Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920) contaba treinta años y solo había publicado tres novelas cuando inició los Episodios nacionales. Bachiller en Artes en Tenerife, se trasladó en 1862 a Madrid para estudiar Derecho y se integró rápidamente en la vida cultural de la capital, cultivando amistades, asistiendo al Ateneo, participando en tertulias, siguiendo los estrenos teatrales y, a partir de 1865, escribiendo en la prensa, con algún viaje al extranjero y el abandono final de los estudios en tiempos de la Revolución de 1868. En ese período se fragua su primera novela, La fontana de oro, publicada en 1870. Después, y durante más de un lustro, lo absorberían las dos primeras series de los Episodios (1873-1879), tras las cuales abandona la novela histórica para dedicarse, durante casi veinte años, a novelar lo contemporáneo, y regresar a aquella en el cambio de siglo.
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