Azorín
Baroja, Pío
Bécquer, Gustavo Adolfo
Clarín
Editorial Clan
Colección Cuentos de autores españoles, Número 0
Fecha de edición noviembre 2023 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788412722833
196 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 150 mm x 210 mm
José Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo Azorín (Monóvar, Alicante, 1873 - Madrid, 1967), escritor español. Novelista, ensayista y crítico literario. Azorín es una de las principales figuras de la generación del 98. En 1896 se establece en Madrid donde colaboró en periódicos y revistas, fue crítico y traductor. Sus primeros años de vida literaria estuvieron marcados por el esfuerzo, la lucha contra la desatención y, en ocasiones, la hostilidad. Colaboró en periódicos republicanos -El País, El Progreso-, en otros de más importancia y difusión -El Imparcial. Luego, durante muchos años, en ABC y en revistas -Revista Nueva, Juventud, Arte Joven, Alma Española y España-, en el Diario de la Marina de La Habana y otras publicaciones hispanoamericanas. Destacó también por ser un viajero extraordinario por España; en cambio, viajó muy poco al extranjero; durante la primera Guerra Mundial estuvo en Francia y luego, desde 1936 residió en París. En 1924 fue elegido por la Real Academia Española pero posteriormente dejó de asistir a sus sesiones. Es autor de ¿Qué es la Historia? Reflexiones sobre el oficio de historiador (Fórcola, 2012), una antología de artículos y crónicas sobre la Historia, seleccionada, editada y prologada por el investigador Francisco Fuster.
Pío Baroja (1872-1956) nació en San Sebastián y vivió, durante gran parte de su vida, en Madrid, donde estudió Medicina y se doctoró con una tesis sobre el dolor. Ejerció la profesión de médico, pero hacia 1900, tras regentar brevemente una panadería familiar, decide dedicarse a la literatura. A lo largo de medio siglo escribió casi un centenar de novelas, muchas agrupadas en trilogías, ensayos, memorias, teatro y un libro de poesías. Integrante de la llamada Generación del 98, y miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1934, prefirió la soledad al contacto con la sociedad literaria. Su estilo narrativo, de un realismo vigoroso y poco dado a las sutilezas, le permitió caracterizar con un tono pesimista y rotundo las miserias de la sociedad de su época; hábil narrador en sus novelas, compuestas de aventuras, digresiones y episodios entretenidos, destaca la menudo la fuerza de voluntad de sus personajes más sobresalientes.
x{0026}lt;P x{0026}lt;B Gustavo Adolfo Bécquerx{0026}lt;/B , cuyo verdadero nombre era Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, se trasladó de Sevilla, donde nació en 1836, a Madrid para dedicarse a la literatura. Padeció tuberculosis y vivió en la penuria económica hasta que le nombraron censor de novelas y director literario de La ilustración de Madrid. Entre sus obras en prosa destacan textos como x{0026}lt;I Cartas desde mi celdax{0026}lt;/I y x{0026}lt;I Cartas literarias a una mujerx{0026}lt;/I , escritas en el monasterio de Veruela. Sin embargo, la cúspide de su producción se da con sus x{0026}lt;I Rimasx{0026}lt;/I y sus x{0026}lt;I Leyendasx{0026}lt;/I , de las que se desprende el lúgubre y sublime espíritu posromántico. Murió en Madrid, en 1870, dejando tras de sí una estela literaria cuya influencia no tiene parangón en la historia de la literatura en lengua castellana.x{0026}lt;/P
Leopoldo Alas Clarín (1852-1901), autor de La Regenta (1884-1885), una de las grandes novelas europeas del siglo XIX, además de forjar un universo narrativo excepcional, fue el mejor crítico literario del último cuarto del siglo XIX. Formado en los estudios de Derecho a la sombra de Francisco Giner de los Ríos, Clarín inició sus labores críticas (casi siempre en periódicos y revistas) en El Solfeo, un periódico menor, en 1875. Luego su mapa de colaboraciones en la prensa fue amplísimo. Priorizó la novela y defendió las poéticas realista y naturalista, aunque en la última década del XIX fue permeable a otras direcciones narrativas. De continuo se ocupó de sus novelistas preferidos: Pérez Galdós y Émile Zola. Se trata x{0026} x02013;Sobejano dixitx{0026} x02013; de un crítico que piensa y hace pensar, que siente y hace sentir . Especialmente su labor crítica sobre Galdós tiene un acento de vitalidad permanente.
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