Resumen del libro
Cómo me convertí en marchante de arte es un relato fascinante, tanto desde el punto de vista histórico como de la profesión, de cómo Sami Tarica llega a ser uno de los marchantes más reconocidos en el olimpo parisino de la segunda mitad del siglo XX. Descubridor de pintores como Jean Fautrier e Yves Klein, defiende su modernidad en forma de reinterpretación' de los clásicos y, sin buscarlo, se convierte en prescriptor de gustos y valores artísticos.
Como explica el propio autor, mercado y arte se mezclan y no siempre es fácil distinguir qué es lo que prima, si un criterio de oferta y demanda - en definitiva, las "modas" - o los valores que hacen al artista. Para Tarica la duda se resuelve sola: es una fascinación genuina por el mundo de la creación artística la que le guía en sus grandes aciertos, tanto en la relación con los artistas como en su éxito como comerciante.