En el siglo XVII, el amor en Francia es un gran señor empenachado, engalanado magníficamente, que se adentra en los salones seguido por una música grave. En el siglo XVIII, el amor es un granuja desalmado. Ama como ríe, por el placer de amar y de reír, almuerza con una rubia, cena con una morena, trata a las mujeres como diosas buenas cuyas manos abiertas distribuyen el placer a todos sus devotos. En el siglo XIX, el amor es un joven educado, correcto como notario, que cobra rentas al estado. Se mueve por el mundo, o vende algún objeto en una boutique. Se dedica a la política y los negocios le toman todo el día, de nueve de la mañana a seis de la tarde. En lo que respecta a sus noches, se las dedica al vicio práctico, a una amante que él paga o a una mujer legítima que le paga. De esta manera, el amor heroico del siglo XVII, el amor sensual del siglo XVIII, se convirtió en el amor positivo que se frangolla, como un mercado en la bolsa.
Emile ZOLA (1840-1902) est un écrivain et journaliste français. Considéré comme le chef de file du naturalisme, c'est des romanciers français les plus populaires, les plus publiés et traduits dans le monde entier.<br> Sa vie et son oeuvre ont fait l'objet de nombreuses études historiques.<br> Sur le plan littéraire, il est principalement connu pour sa fresque romanesque en 20 romans "Les Rougon-Macquart".<br> La fin de sa vie est marquée par son engagement dans l'affaire Dreyfus avec la publication en janvier 1898 dans le quotidien "l'Aurore" de l'article intitulé "J'accuse...!" qui lui a valu un procès en diffamation et un exil à Londres la même année.
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