Editorial Trotalibros Editorial
Colección Piteas, Número 0
Lugar de edición
Andorra la Vella
Fecha de edición mayo 2022 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9789992076224
456 páginas
Libro
encuadernado en tapa dura
Dimensiones 145 mm x 213 mm
Yo no vi las casas ni las ruinas.
Yo solo vi las llagas de los hombres Antaño conocido como la rosa de los Llanos por su belleza y prosperidad, Ortiz es ahora un pueblo en ruinas, asolado por la guerra y la enfermedad.
Entre sus escombros y los ecos de una gloria pasada vive Carmen Rosa, una joven que sueña con un futuro lejos del recuerdo y la muerte, allá en el desierto, donde dicen que la prosperidad brota de la tierra y de la noche a la mañana nacen flamantes pueblos en los que la vida bulle con ardor.
Casas muertas y Oficina N.º1 forman un díptico que marcó un hito en la literatura venezolana y fue admirado por escritores como Gabriel García Márquez y Pablo Neruda.
Con un lirismo extraordinario, Miguel Otero Silva nos muestra la lenta agonía de un pueblo herido de muerte, y el nacimiento apresurado de los primeros asentamientos petroleros del país.
Hay en Ortiz la misma grandeza épica de Macondo y de Comala .
LIBROS x{0026} LETRAS
Miguel Otero Silva, nacido en el estado de Anzoátegui en 1908, fue uno de los escritores más importantes de la literatura venezolana. Cuando estudiaba ingeniería en la Universidad Central de Caracas se unió a la generación del 28, un grupo estudiantil que se rebeló contra el régimen de Juan Vicente Gómez. El fracaso de la insurgencia lo llevó a exiliarse en Curazao, de donde volvió en el vapor estadounidense Maracaibo llevando al gobernador de la región como rehén con la firme intención de derrocar al dictador Gómez, intento nuevamente frustrado por las fuerzas armadas. Esta vez se refugió en la sierra falconiana y desde allí huyó a pie hasta Colombia. En el exilio publicó su primera novela, Fiebre (1939). En 1942 regresó a Venezuela y fundó, junto a su padre, el periódico El Nacional, actualmente el medio de comunicación referente del país. En 1955 publicó su segunda novela, Casas muertas, que rápidamente se convirtió en un fenómeno literario, recibió el Premio Nacional de Literatura de Venezuela en 1956 y hoy es considerado un clásico contemporáneo de las letras venezolanas. Tal fue el éxito que seis años después, en 1961, publicó su continuación, Oficina N.º 1, ambas novelas presentadas en Trotalibros Editorial en un solo volumen. En 1979 recibió el Premio Lenin de la Paz, galardón soviético equivalente al Premio Nobel de la Paz. Otero Silva murió en 1985 siendo un escritor admirado por autores tan conocidos como Pablo Neruda y Gabriel García Márquez.
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