Baudrillard, cet attracteur étrange

Resumen del libro

Assimilé à la French Theory, Jean Baudrillard a été aussi célèbre, ou presque, sur les campus américains que Foucault, Derrida, Deleuze, Guattari ou Lacan. Mais il est loin d'avoir aujourd'hui leur diffusion mondiale. Il a même presque totalement disparu des écrans radars. Officiellement sociologue, aucun sociologue ne le cite, aucun étudiant de sociologie ne le lit. Il faut dire qu'il a tout fait pour brouiller les pistes, en se refusant à tout simulacre de réalisme pour mieux tenter de prendre la réalité de vitesse, jusqu'à annoncer son évanescence dans l'hyper-réalité du virtuel.
Sa pensée, fulgurante, attirait étrangement, mais on pouvait croire que cette séduction fatale tenait à un goût tout pataphysicien des paradoxes. Or, force est de se demander s'il n'avait pas au bout du compte vu plus juste et mieux anticipé que tous ses contemporains ce qu'est désormais devenu notre monde. Ce volume, qui réunit sociologues, philosophes, économistes, théoriciens de l'esthétique et des médias, permet de prendre la mesure de son oeuvre inclassable. Avec des contributions de : Gérard Briche, Alain Caillé, Jean-Paul Curnier Françoise Gaillard de Serge Latouche, Chin Min, Katharina Niemeye, Nicolas Poirier, Anne de Rugy, Clara Schmelck, François Séguret, Jean-Louis Violeau.

Biografía del autor

Serge Latouche (Vannes, 12 de enero de 1940), es un economista francés célebre ideólogo y partidario del decrecimiento.<br>Serge Latouche es uno de los contribuidores históricos de la Revue du MAUSS (Movimiento AntiUtilitarista en Ciencias Sociales), profesor emérito de la Facultad de Derecho, Economía y Gestión Jean Monnet (Sceaux) de la Universidad de Paris-Sud 11.<br>Influenciado por las ideas de François Partant, Latouche es miembro fundador y antiguo presidente de la asociación La ligne d'horizon, cuyo objetivo es dar continuidad a la reflexión de Partant.<br>En el ámbito de las ciencias sociales, Latouche ha desarrollado una crítica a la ortodoxia económica productivista capitalista, el economicismo y el utilitarismo relacionados con las nociones de desarrollo y progreso. Critica asimismo el desarrollo sostenible, que considera simultáneamente oxímoron y pleonasmo.<br>En base a esta crítica robusta, se ha convertido en uno de los ideólogos más conocidos del decrecimiento, aunque aclarando respecto de la alternativa: El decrecimiento, como tal, no es verdaderamente una alternativa concreta; sería, más bien, la matriz que daría lugar a la eclosión de múltiples alternativas. Evidentemente, cualquier propuesta concreta o contrapropuesta es a la vez necesaria y problemática.<br>Insiste además en el hecho de que el decrecimiento no se trata de una opción, sino que vendrá impuesto por los límites al crecimiento, y que resume en su expresión Decrecimiento o barbarie <br>En 1998 recibió el Premio europeo Amalfi de Sociología y Ciencias Sociales