Editorial Guillermo Escolar Editor SL
Colección El Pozo Y El Péndulo, Número 3
Lugar de edición
Madrid
Fecha de edición mayo 2016 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788416020379
258 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 130 mm x 200 mm
El trasunto metafórico que preside Al otro lado del espejo, una encarnizada partida de ajedrez, nos pone sobre la pista del sentido existencial e ideológico de las peripecias de Alicia; de un lado, nos señala que la elaboración más o menos exitosa de su proyecto vital es la propia de un ser finito, como finitos son los contornos espacio-temporales del tablero de ajedrez en el que libra su batalla; de otro lado (que evita muchas ingenuidades, tan caras a la educación de niños y niñas como Alicia), nos advierte de que sobre el fondo común de ciertas reglas compartidas se erige siempre la lucha por el poder, que no es solo el poder de ganar la partida y con ello ratificarlas, sino también el poder de establecerlas y ganar para sí el dominio del juego mismo.
Cuando se alcanza ese punto en el que creemos existir exclusivamente tal como nos
definen los demás, puede que sintamos algo muy similar a lo que siente un esclavo. Mis amos pueden ser visibles o invisibles, personales o impersonales. Es posible que logremos identificar a algún Humpty Dumpty con el poder suficiente para fijar o alterar el lenguaje a voluntad. Puede que parte del lenguaje institucionalizado no dependa de voluntad presente alguna, pero aun así permite a unos realizar actos de habla y a otros solo experimentar sus efectos. O quizás ocurra como en 1984, que estamos sometidos a una burocracia, invisible pero muy eficaz, de manipuladores que mantienen su poder reconduciéndola en diversas direcciones cuyo momento y ocasión nunca podemos determinar. Lo único que sé es que se ejercen actos de poder sobre mí y que yo no realizo ninguno.
J.G.A. Pocock
(Daresbury, 1832 - Guildford, 1898). Charles Lutwidge Dodgson era su verdadero nombre. A los 18 años ingresó en la Universidad de Oxford, en la que permaneció durante cerca de 50 años, y en la que obtuvo el grado de bachiller. Fue ordenado diácono de la Iglesia Anglicana y enseñó Matemáticas a tres generaciones de jóvenes estudiantes de Oxford y, lo que es más importante, escribió dos de las más deliciosas narraciones de la literatura universal: Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo. Las Matemáticas fueron su pasión.
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