Adiós, Mona Lisa

La verdadera historia del retrato más famoso del mundo

Adiós, Mona Lisa

Zapperi, Roberto

Editorial Katz
Colección Difusión, Número 0
Lugar de edición Suecia
Fecha de edición noviembre 2010

Idioma español
Traducción de Burucúa, José Emilio; Kwiatkowski, Nicolás

EAN 9788492946181
132 páginas
Libro Dimensiones 13 mm x 20 mm


valoración
(0 comentarios)



P.V.P.  12,90 €

Sin ejemplares (se puede encargar)

Resumen del libro

¿A quién representa la Mona Lisa? ¿Para quién fue pintada? ¿Por qué se tejieron tantas leyendas en torno de la obra? La cuestión acerca de quién es la mujer con la sonrisa más famosa del mundo ha desconcertado a los historiadores y al público durante quinientos años, y sobre ese enigma se han poblado bibliotecas y se han provocado las más disparatadas interpretaciones. En este libro, Roberto Zapperi, uno de los más prestigiosos historiadores del arte, se propone dilucidar el misterio: a través de un relato deslumbrante, que comienza a principios del siglo XVI, narra la historia de la vida en la corte de Urbino y de las aventuras amorosas que allí se vivían; a través de un relato que involucra la vida de un niño nacido, fuera del matrimonio, en la curia papal y las actividades de Leonardo da Vinci en Roma, Zapperi hilvana hechos y recopila datos para contarnos para quién y cómo fue pintada la Mona Lisa, cómo Leonardo llevó consigo el cuadro cuando se instaló con un nuevo mecenas en Francia después de la muerte de quien le había encomendado la pintura y cómo la obra quedó allí hasta convertirse en la principal atracción del Museo del Louvre y en el retrato más famoso de la historia. En esta obra asombrosa, de rigor intelectual pero con ritmo de thriller y encanto de novela histórica, la verdadera historia de la Mona Lisa -de la pintura y de su modelo- encuentra su verdad en medio de tantas leyendas. Un relato fascinante al término del cual el lector puede, por fin, decir: adiós, Mona Lisa.
"La cuestión de si Leonardo, en su famoso cuadro, representó a la esposa del mercader florentino Lisa del Giocondo se ha planteado muchas veces. Ahora, Roberto Zapperi -uno de los mayores especialistas vivos en el Renacimiento- recrea las circunstancias en que la Mona Lisa fue creada. Y, con base en nuevos documentos, prueba que no es ella quien fue representada en la pintura." Der Spiegel Roberto Zapperi (Roma, Italia, 1932) estudió historia y antropología cultural en Roma. Entre 1981 y 1991 fue editor de la sección histórica y antropológica de la Biblioteca Biografica, publicada por el Instituto della Enciclopedia italiana, y desde 1984 hasta 1989 fue profesor invitado y director de estudios en la École des Hautes Études en Sciences Sociales en París. Zapperi -considerado el mayor experto contemporáneo en el Renacimiento- fue designado en 1988 miembro del Instituto de Estudios Avanzados en Berlín, y en 2001 catedrático (Warburg-Professor) en Hamburgo. Ha sido profesor invitado en la Universidad de Zurich y es miembro de la Academia Alemana de Lengua y Literatura. Desde 1992 colabora regularmente en la sección cultural del prestigioso diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung. Es autor de numerosos libros y ensayos, muchos de los cuales han sido traducidos al francés, al inglés, al japonés y al coreano. FRAGMENTO: Conclusión. Este libro lo llevo dentro de mí desde hace muchos años, desde el momento en que leí, en 1994, el Kunststück que Frank Zöllner dedicó al célebre cuadro de Leonardo. Sus conclusiones, que son las generalmente aceptadas, aunque con alguna excepción muy rara, no me convencieron en absoluto, y por varias razones. La primera y más evidente era que un personaje tan insignificante como Lisa Gherardini, esposa del mercader florentino Francesco del Giocondo, difícilmente podía inspirar un retrato de tan profunda riqueza emotiva. La segunda razón residía en la escasa confianza inspirada por el testimonio de Vasari, quien ni siquiera había visto el cuadro y se había basado, en cuanto a la identificación del personaje, en rumores vagos e imprecisos recogidos en el ambiente florentino a una distancia de muchos años como para merecer el más mínimo crédito. La tercera razón era que como en casi todos los estudios se subvaluaba gravemente el testimonio de Antonio de Beatis, quien había recogido las propias declaraciones de Leonardo. De limitarse a lo que Leonardo dijo, la pista a seguir era otra, la que llevaba al comitente que él mismo había indicado, es decir, a Giuliano de Medici. Por más fuerte que fuera mi insatisfacción, el peso exorbitante de una inabarcable bibliografía, toda o casi toda oprimida por la tesis de Vasari, me contuvieron e impidieron por muchos años volcarme a esta empresa. Un primer estímulo para acometerla me llegó hace algunos años de dos estudios publicados por mi mujer, Ingeborg Walter, en nuestro libro Il ritratto dell'amata. Storie d'amore da Petrarca a Tiziano, sobre los retratos leonardescos de Ginevra Benci y Cecilia Gallerani, dos damas de un vuelo muy diferente que ofrecieron a Leonardo otros incentivos y establecieron con él una relación bastante fecunda de fuerte interacción. Tales consideraciones me convencieron de embarcarme en la empresa para intentar resolver, de una buena vez, el enigma de la identificación de la dama retratada por Leonardo. Una confirmación de la dirección de mis búsquedas me llegó, por fin, del ensayo de Lothar Sickel sobre la madre y el nacimiento misterioso de Ippolito de Medici, hijo ilegítimo de Giuliano de Medici. Pacifica Brandani era la única mujer amada por Giuliano cuyo retrato él pudo haber encargado. Los resultados de la investigación me sorprendieron antes que a nadie, pues no esperaba seguramente descubrir la ausencia de una mujer real, de carne y hueso, esto es una dama con una fisonomía histórica bien precisa como Ginevra Benci y Cecilia Gallerani. Nada de eso, ninguna mujer había posado como modelo para Leonardo, quien pintó en cambio el retrato más famoso del mundo confiado tan sólo en los dictados de su fantasía. He conducido la búsqueda sobre la base del buen método histórico, el mismo que practiqué en los libros que escribí hasta ahora, sin ninguna concesión a las modas hoy imperantes en estos estudios. Ningún golpe de escena, por lo tanto, ningún paradigma indiciario, ningún mensaje cifrado a descifrar, sólo la máxima atención a la documentación disponible, indagada y controlada en sus mínimos detalles, adelantando hipótesis sólo en los casos extremos para suplir las lagunas de la documentación y apoyándome siempre en los puntos firmes fijados por los documentos. En una palabra, no hice sino mi oficio acostumbrado, el oficio de historiador.




Pasajes Libros SL ha recibido de la Comunidad de Madrid la ayuda destinada a prestar apoyo económico a las pequeñas y medianas empresas madrileñas afectadas por el COVID-19

Para mejorar la navegación y los servicios que prestamos utilizamos cookies propias y de terceros. Entendemos que si continúa navegando acepta su uso.
Infórmese aquí  aceptar cookies.