Editorial Amorrortu
Fecha de edición noviembre 2011
Idioma español
EAN 9789505184057
180 páginas
Libro
Dimensiones 115 mm x 195 mm
Si la intervención de la biología en el psicoanálisis es enigmática, mucho más lo es la muerte: llega a ocupar el núcleo de la cosmovisión freudiana, pero está excluida de la escena del inconsciente, ya que sólo accedemos a un presentimiento de nuestra propia finitud por la identificación ambivalente con la persona querida, cuya muerte tememos y deseamos.
Vida y muerte están presentes en el seno mismo del dominio psíquico, puesto que allí se hacen representar bajo la forma de una transposición: la de la sexualidad, el yo, el sadomasoquismo. En la sexualidad humana, lo biológico el instinto se descualifica y se pierde en la pulsión, que lo desplaza apuntalándose en él. Es precisamente la noción de apuntalamiento la herramienta apropiada para considerar las relaciones entre psicoanálisis y orden vital. En cuanto al yo, su función de ligar energía hace de él una transposición de la forma estable de lo vivo. Y si frente al yo la pulsión de muerte representa el puro movimiento de la negatividad, si la muerte reaparece en el inconsciente acaso como su lógica más radical aunque, a la vez, la más estéril (...) es la vida la que cristaliza los primeros objetos a que se adhiere el deseo .
Jean Laplanche (1924 - 2012) fue un destacado psicoanalista francés autor de importantes aportes a la teoría psicoanalítica. Destaca por sus trabajos en el área del desarrollo psicosexual, así como por sus contribuciones a la teoría freudiana de la seducción, pero lo que lo transformó en un psicoanalista internacionalmente conocido fue principalmente la edición del Diccionario de Psicoanálisis, trabajo que realizó en conjunto con Jean-Bertrand Pontalis en 1967 y que se convirtió en una obra estándar de la materia, siendo uno de los diccionarios de psicoanálisis más traducidos y consultados.
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