Editorial Alianza
Lugar de edición
Madrid
Fecha de edición octubre 2014 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788420691923
304 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 120 mm x 180 mm
Como se observa en el prólogo que abre este volumen, leer a H. P. Lovecraft (1890-1937) es
bucear en el universo sin luz del inconsciente colectivo, traspasar los umbrales del Otro Mundo
y mirar a la cara a las oscuras y amorfas divinidades de los orígenes, anular temporalmente
nuestros esquemas cotidianos de pensamiento y reactivar estructuras que de puro arcaicas
nos resultan nuevas. Formado por cuatro relatos de Lovecraft y uno de Thomas Owen, este
Ciclo de aventuras oníricas de Randolph Carter unos Viajes al otro mundo en busca del
paraíso perdido situado en la época dorada y arquetípica de la infancia individual y de la
especie constituye sin lugar a dudas una de las cumbres de la literatura fantástica. Prólogo de
Rafael Llopis
x{0026}lt;P x{0026}lt;B H.P. Lovecraftx{0026}lt;/B nació en Providence en 1890. Descendiente de colonos británicos del siglo XVII, sobrellevó una infancia enfermiza marcada por una educación autodidacta. Fue un niño precoz. A los tres años ya sabía leer, a los siete comenzó a escribir. Su vida puede entenderse como la consagración de esos dos hábitos. Después de Poe, fue el gran innovador del relato de terror.x{0026}lt;/P x{0026}lt;P x{0026}lt;I La llamada de Cthulhux{0026}lt;/I (1926), x{0026}lt;I El horror de Dunwichx{0026}lt;/I (1928), x{0026}lt;I En las montañas de la locurax{0026}lt;/I (1931) y x{0026}lt;I La sombra sobre Innsmouthx{0026}lt;/I (1931) están consideradas como sus obras capitales. En ellas se cifra el mayor de sus legados al género: el horror cósmico. De sus muchas lecturas, las de Arthur Machen, Lord Dunsany y Algernon Blackwood estuvieron entre sus preferidas.x{0026}lt;/P x{0026}lt;P Ignorado por sus contemporáneos, resignado a su destino solitario, Lovecraft murió a los cuarenta y siete años dejando un vasto número de ficciones, poesías, cartas y ensayos. En 1939 sus amigos emprendieron la edición sistemática de sus trabajos. Hoy son universales y clásicos, como los de Melville o Hawthorne.x{0026}lt;/P
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