Editorial Cydonia
Lugar de edición
Torneiros, España
Fecha de edición septiembre 2022 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788412463088
312 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 145 mm x 215 mm
Tras las detonaciones de Hiroshima y Nagasaki,el mundo entero entróen la denominada era nuclear. Las bombas atómicas cambiaron las reglas. Ya no solo destruían, sino que contenían el mortífero aliento de la radiación, un agente invisible capaz de acabar con el enemigo de forma silenciosa. Pero, ¿cómo comprobar los efectos de esa arma invisible ? Durante la Guerra Fría, países como EEUU, Reino Unido, Francia y la Unión Soviética decidieron utilizar a sus propios soldados como cobayas de laboratorio para averiguarlo. Durante las pruebas nucleares miles de soldados fueron irradiados sin su conocimiento, posteriormente amenazados y engañados, y finalmente borrados sus expedientes para que no se supiera la verdad. Esta obra es un arduo trabajo de investigación, en la que el autor ha conseguido que varios militares y sus descendientes rompan el silencio gubernamental con datos y documentos únicos que revelan que fueron usados como cobayas humanos.
Juan Gómez Ruiz nació en Eberbach (Alemania). Como periodista de oficio y apasionado investigador, sus pesquisas le han llevado desde el cono sur de África hasta el círculo Polar Ártico. Actualmente dirige y presenta el programa Nueva Dimensión; es director de la sección Qué te gusta un misterio, del programa nacional No son horas (Onda Cero); forma parte del equipo del programa Espacio en Blanco (RNE) y colabora en el ámbito de la televisión en Cuarto Milenio (Cuatro), TVE y Discovery MAX. Así mismo es redactor de diferentes artículos para revistas especializadas como AÑO/CERO. Como escritor fue galardonado con el Premio Enigmas, concedido por Prisma Publicaciones (Editorial Planeta) al mejor libro de investigación periodística por Las cuevas y sus misterios (Luciérnaga). Así mismo es coautor de Cantabria incógnita y misteriosa. Su último libro, El experimento atómico (Guante Blanco), le ha permitido entrevistarse con militares norteamericanos presentes en pruebas nucleares. Es el único español que pertenece a la Asociación de Veteranos Atómicos de EE UU.
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