Editorial Plaza y Valdés
Fecha de edición septiembre 2013 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788492751358
540 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Durante el siglo XVI, los españoles se lanzaron a los mares en pos de conquistas materiales y espirituales. Aunque Cristóbal Colón se había topado con América, era Asia lo que originalmente interesaba a los hombres de su tiempo. Tras posesionarse de la Nueva España y tras varios intentos fallidos por lograr un asentamiento permanente en Asia Oriental, los españoles finalmente lograron posesionarse de las Filipinas en 1565. Aunque este archipiélago se constituiría en la colonia española en Asia durante siglos, durante las últimas décadas del siglo XVI era considerado meramente como una etapa transitoria hacia objetivos más suculentos. China, especialmente, se encontraba en el punto de mira de conquistadores y misioneros, debido no sólo a sus míticas riquezas, sino también a su desarrollada cultura y civilización y a su gran cantidad de potenciales almas para "salvar".
De esta forma, durante el último tercio del siglo XVI, la ciudad de Manila se convirtió en un puente entre Europa, América y Asia al conectar España, México y China, lugar que conservaría hasta principios del siglo XIX gracias a la legendaria ruta del Galeón de Manila. En esas primeras décadas de presencia española en las Filipinas, varios misioneros de distintas órdenes religiosas (agustinos, franciscanos, dominicos), intentaron penetrar en China para establecer una misión permanente en el gigante asiático, en aquel momento gobernado por la dinastía Ming y cerrado a casi toda influencia extranjera. Serían los jesuitas los que conseguirían, gracias a Matteo Ricci, establecerse en China, ya a caballo entre los siglos XVI y XVII.
Durante esas décadas de intentos infructuosos se dieron las primeras relaciones entre España y China, a través de México y de las Filipinas. Este libro trata de la historia de esos primeros misioneros españoles que marcharon a Asia Oriental tras el sueño de China, centrándose en un aspecto menos conocido que su labor pastoral, aunque no menos importante: su trabajo como científ
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