Tradiciones y costumbres judías

Resumen del libro

Comentario: Si se quiere conocer a un pueblo, si se quiere penetrar la íntima sustancia vital, la que configura su naturaleza y su carácter con perfiles distintivos, si se quiere hurgar la psiquis colectiva de un grupo social para inferir, como conclusión, los principios generales de su cultura, de su índole moral o las leyes que regulan y animan su idealidad, es menester conocer sus tradiciones y costumbres. No hay pueblo sin cultura y no existe pueblo sin tradición. A esas formas de vida peculiar, a esos hábitos colectivos que traducen los ensueños comunes, los anhelos y esperanzas; a esos hitos que hacen los pueblos en su camino para evocar el pasado, para asomarse a las vivencias pretéritas que determinan los rasgos de su historia, es menester acudir si se quiere conocer y, más aún, comprender a un pueblo. Si a quien se pretende conocer es al pueblo judío, pueblo de vida tan peculiar y azarosa, es por sobre todas las cosas necesario asomarse a sus tradiciones, expresadas en sus ceremonias, en sus ritos, en la policromía de sus hábitos y costumbres, en sus días festivos o luctuosos. Sólo en esas ocasiones, tan frecuentes en el curso de un año, es dable entrever la fuente de la que brotan sus fuerzas espirituales invencibles y avizorar las profundidades de su cultura milenaria