Editorial Libros Corrientes
Colección Acuse de recibo, correspondencias, Número 0
Lugar de edición
Madrid, España
Fecha de edición noviembre 2019 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788412134308
242 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda con solapas
Dimensiones 140 mm x 195 mm
El reciente descubrimiento de una carta de Cézanne a Zola, posterior a la considerada "carta de ruptura", ha supuesto un brusco giro en los estudios sobre el tema.
Si hasta ayer se pensaba que Cézanne rompió unilateralmente con Zola herido por la publicación de la novela "La obra", hoy es una idea que no se puede ya mantener.
La aparición de la carta ha servido no solo para matizar la biografía (que no es poca cosa...), sino que ha supuesto una cuña que ha permito abrir cuestiones políticas sobre el compromiso de ambos creadores y sobre la relación de su obra con un compromiso tal, cuestiones cerradas en falso y que pedían a gritos reabrirse.
En esta edición traducimos un buen montón de correspondencia y otros tantos documentos (varios de ellos, como la citada carta de Cézanne, muchas cartas y algún texto de Zola, inéditos en castellano) que dan luz a unos perfiles también inéditos y, desde luego, sorprendentes de ambas figuras centrales.
¿Cómo es posible que Cézanne, icono de la modernidad, fuera una persona de misa diaria, que fuera un patriota (pero evitara el servicio militar en diversas ocasiones...), que Manet le supusiera un enemigo a batir pictóricamente, que abandonara retratos y amistades al enterarse de la filiación de su modelo, o sus amigos o que tuviera entre sus lecturas favoritas las revistas antisemitas más en boga? Y, ¿cómo que Zola, retratista de la clase trabajadora, fuera un furibundo enemigo de la Comuna, llegando a justificar los 40000 asesinatos de la represión llevada a cabo por el gobierno francés, que también se opusiera al socialismo revolucionario con toda contundencia, que estuviera constantemente ampliando su mansión de Medan, que tomara partido por Manet frente a su amigo Cézanne o que en sus cuentos los únicos trabajadores retratados benévolamente sean los resignados (lo que le costó la censura del mismísimo Victor Hugo)? Chocantes materiales precedidos de un prólogo del prestigioso profesor de Cambridge, Robert Lethbridge, uno de esos intelectuales que han sido capaces de extraer todas las consecuencias de este nuevo descubrimiento.
Émile Zola nació en París en 1840. La muerte temprana de su padre lo llevó a vivir una infancia llena de privaciones y a dejar la escuela, donde conoció a su amigo, el pintor Paul Cézanne, para buscar trabajo. Su primer contacto con la literatura fue trabajando de dependiente en la librería Hachette; en 1871, ya trabajaba en Los Rougon-Macquart, un proyecto literario que concluiría en 1893 y comprendería veinte novelas entre las que cabe destacar El Tugurio (1877), Nana (1880) y Germinal (1885). La saga, que, inspirada en el modelo de La comedia humana, de Honoré de Balzac, y ambientada en el Segundo Imperio, está compuesta por novelas autoconclusivas con personajes compartidos, supuso el gran legado del movimiento literario del naturalismo, fundado por el mismo Zola. Su implicación en los problemas sociales de Francia no se limitó a sus novelas; tomó un papel activo en el caso Dreyfus en defensa de la inocencia de un militar francés de origen judío acusado falsamente de ser un espía. Lo hizo a través de diversos artículos, entre los cuales se encuentra su célebre Yo acuso (1898). Las consecuencias no se hicieron esperar y el Gobierno orquestó una campaña de difamación contra Zola, que se exilió a Londres y jamás se recuperó del impacto psicológico y económico de luchar contra el antisemitismo y de defender la justicia hasta las últimas consecuencias. Murió en 1902, supuestamente asfixiado, aunque probablemente asesinado por alguien que tapó la chimenea de una estufa. Su funeral en París fue multitudinario. Cuatro años después de su muerte, Alfred Dreyfus fue declarado inocente.
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