Siete leyendas
Resumen del libro
Escritor suizo, considerado el mejor prosista de la Suiza alemana. N. el 19 jul. 1819 en Zurich, donde m. el 15 jul. 1890. Después de una juventud difícil, estudia pintura en Zurich y Munich. En 1846 publica una colección de versos patrióticos; luego, durante una estancia de varios años en Berlín, aparece su primera obra importante. De 1861 a 1876 es primer secretario cantonal en Zurich y representa un destacado papel político.
Su trayectoria íntima queda reflejada en la novela evolutiva Der grüne Heinrich (Enrique el Verde), que traslada el tema de Wilhelm Meister, de Goethe, al ambiente de la burguesía liberal. Se publica en 1854-55; pero da una nueva versión, con desenlace feliz, en 1879-80. En Die Leute von Seldwyla (La gente de Seldwyla), 1856 y 1873-74, narra episodios de la vida campesina suiza y hace desfilar un sinnúmero de tipos curiosos. Sieben Legenden (Siete leyendas), 1872, desarrolla temas medievales vistos por el hombre moderno. Zürcher Novellen (Historias de Zurich), 1878, presentan al patriota suizo y al aficionado al pasado cultural. Das Sinngedicht (El epigrama), 1881, contiene seis narraciones inspiradas por un epigrama de F. von Logau (1604-55). Finalmente, Martin Salander, 1886, es una novela politicosatírica de su tiempo. En esta novela, el lucro y el fraude, la retórica banal (de todos los tiempos) amenaza triunfar sobre las buenas intenciones y laboriosidad de los representantes, menos audaces, algo débiles, de las virtudes tradicionales. Escribe también poesías líricas, hondas y trasparentes, pero exentas de musicalidad.
Demuestra ser más poeta en prosa que en verso, y un exponente del realismo poético , coleo A. Stifter y Th. Storm. Keller es un fabulador nato, que pretende representar sólo lo puramente humano . Bajo la influencia de L. Feuerbach (v.) pierde la fe y, sin caer en el materialismo, se vuelca en lo terrenal para destacar lo único e irrepetible de la existencia. No embellece el mundo sino que lo plasma con gran plasticidad y contempla con hLtmor y melancolía la tragicomedia humana. Crea un ambiente inconfundible con rápidas transiciones de lo ridícúlo a lo conmovedor, de lo grotesco a lo idílico y sabe hermanar el colorido genuinamente local con lo universalmente humano.
