Editorial Trea
	
					
					
					
					
					
					
					
					
						Fecha de edición  enero 2004  · Edición nº 1
					
					
					
						
						
							
						Idioma español
							
							
							
						
						
						
						
						
						
						
						
						
					
			    	EAN 9788497041232
					
						
						336 páginas
					
					
					
						
					
					
					
					
						Libro
                    
					
								
					
						Dimensiones 150 mm x 210 mm
					
					
						
El testamento del monarca pamplonés Sancho Garcés III, del año 1035, fue el origen de la creación de dos reinos principales en la época medieval de la península ibérica: Aragón y Castilla. Uno de sus nietos, Sancho Ramírez, fue rey de los aragoneses y desde 1076 también alcanzó a ser soberano de los pamploneses. Con él se inició el gobierno conjunto de ambos reinos, que se prolongó hasta 1134. Destacó Sancho Ramírez en sus relaciones internacionales y en las innovaciones que introdujo en Aragón y en Navarra, que supusieron una renovación de las estructuras económicas y sociales, eclesiásticas y jurídicas, culturales y artísticas, así como la ampliación de sus dominios a costa de las debilitadas taifas islámicas situadas al sur de sus territorios. A este rey se le debe, entre otras muchas cosas, la acomodación de la Iglesia a las pautas seguidas en el resto de Europa. Fue, por otra parte, y así ha sido reconocido, una de las personalidades que más hicieron por la consolidación del camino de Santiago, y el alma de una nueva legislación que iba a suponer que emergiera el fenómeno urbano en diversos lugares, como la aragonesa Jaca o la navarra Estella. Los cambios que se vivieron en sus dominios, sobre todo en el último tercio del siglo XI, permitieron que a su muerte, en 1094, sus hijos y sucesores 'sobre todo Alfonso I el Batallador' pudieran controlar la mayor parte del valle del Ebro. 
			
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