Editorial Galaxia Gutenberg, S.L.
Colección Narrativa, Número 0
Lugar de edición
Barcelona
Fecha de edición noviembre 2020 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788417971755
272 páginas
Libro
Dimensiones 140 mm x 210 mm
'Hay que entender que siempre hemos concebido el significado de las imágenes como algo quieto, fijo y clavado en la pared.
Con Perejaume, y sobre todo con los transportes que ha llevado a cabo, nos hallamos ante un intento de liberar estos significados para ponerlos en un sistema de circulación, arrastrándolos por una orografía muy particular.
Esto les obliga a tener accidentes, encuentros y encontronazos que ejercen una violencia productiva sobre el sentido que se les había adjudicado.
Dicho de manera muy sintética, esto es lo que algunos han llamado el paso de un significado objetivo a uno trayectivo.
No podemos olvidar que este tipo de transportes constituyen para Perejaume una modalidad de escritura.
Él es el representante de lo que podríamos llamar una escritura total.
Una escritura que se despliega caminando, dibujando o hablando, y que se hace viviendo.
Es una escritura que exige salir de los espacios que a menudo protegen a las imágenes.
Una vez a la intemperie quedarán expuestas a los embates de lo imprevisible.'
Perejaume (Sant Pol de Mar, 1957) es un artista y escritor de culto, muy a su pesar. Sus obras y libros han creado un cuerpo de imágenes e ideas que, una vez superada su apariencia anacrónica, constituyen una enmienda a nuestras formas de vida globalizadas. Su adhesión al localismo no tiene un trasfondo folklórico, sino radical. En sus obras y textos solo existen los lugares que se pueden alcanzar a pie, caminando. Cuando el sistema del arte parece exigir un internacionalismo acrítico, Perejaume transita este mundo desde una perspectiva ligada a la materialidad histórica y ancestral del campo. Una descripción injusta sería considerarlo un poeta, acepción que se le adjudica por su capacidad de adueñarse del lenguaje, que a menudo pone patas arriba con el concurso de una ironía deslumbrante. Mejor sería considerarlo un agricultor que en algún momento fue artista.
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