Editorial HIPERION EDICIONES
Fecha de edición octubre 2005
Idioma español-inglés
EAN 9788475178455
352 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 140 mm x 200 mm
Al estallar la Guerra civil norteamericana, en 1862, Walt Whitman, era ya un poeta conocido que había publicado tres ediciones de Hojas de hierba. Con cuarenta y tres años, se sentía demasiado mayor para luchar, como sus tres hermanos menores, pero quiso solidarizarse con los que defendían al Norte y trabajó en los hospitales de Washington como enfermero, cuidando heridos, tarea que consideró como la lección más profunda de su vida. Viajó también por el país, escribió artículos y llevó un diario, Memoranda During the War, del que extrajo mucho material posteriormente para sus poemas, que publicó en 1865 con el título de Drum Taps: "Redobles de tambor". Aquella guerra lo marcó de tal modo que en la publicación definitiva de Hojas de hierba, en 1881, a la que los había incorporado, aseguró que "la guerra y mi libro son una misma cosa". En esta edición se reúnen ambas obras, la primera en prosa v la segunda en verso, en edición bilingüe.
Walt Whitman nació en West Hills, Long Island en 1819, pero su infancia transcurrió en Brooklyn; murió en Camden, New Jersey, en 1892, convertido en el más famoso de los poetas de su país. Autodidacta, trabajó desde la adolescencia en muy diversos oficios, pero el principal de ellos fue el de impresor y periodista. Durante la guerra de secesión trabajó como enfermero. En 1855, sin nombre del autor, pero con su fotografía en la cubierta, publicó el libro que estaba llamado a revolucionar la poesía, Hojas de hierba, una obra que iría creciendo en páginas e influencia en las sucesivas ediciones, la última de las cuales apareció poco antes de su muerte. Hojas de hierba fue una obra revolucionaria en lo formal y en la temática. Se desentendió de los convencionalismos métricos y del estereotipado lenguaje poético para utilizar un versículo de resonancias bíblicas y un lenguaje en el que tenía cabida el habla de todos los días. Walt Whitman quiso ser el poeta de la democracia, de la nueva sociedad que se estaba creando en los Estados Unidos. Cantó la belleza del cuerpo humano, masculino y femenino, y llevó a sus versos temas que hasta entonces habían quedado fuera de la poesía. Su influencia en la poesía contemporánea fue inmensa y sin él no se entienden ni el Pessoa de las grandes odas de Álvaro de Campos ni el Neruda del Canto general ni el Lorca de Poeta en Nueva York.
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