Editorial Interzona
Fecha de edición noviembre 2019 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9789873874840
84 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda con solapas
Dimensiones 110 mm x 170 mm
Hay un axioma muy tonto que dice que la palabra expresa el pensamiento. Más cierto sería decir que lo desfigura: ¿acaso alguna vez enunciaron una frase tal cual la pensaron? ¿Escribieron una novela tal cual la concibieron? ¡Si las frases reflejaran los pensamientos, haría para ustedes escenas que verían como si hubiesen sido pintadas con un pincel! Les cantaría melodías vagas y llenas de delicias que tengo en la cabeza, sentirían los olores en los que pienso, les contaría todos mis ensueños pero nunca conocerán nada de esto, porque no hay palabras para decirlo. El arte no es más que esta eterna traducción del pensamiento por la forma.
Gustave Flaubert. En el siglo que afianza la novela como género, destaca la figura de Gustave Flaubert (Ruan, 1821-Croisset, 1880), uno de sus máximos representantes europeos, puente entre el romanticismo y el realismo. Su obra más célebre (una obra maestra) es Madame Bovary (1856), por la que fue llevado a juicio acusado de ofensas a la moral. Su búsqueda de la palabra exacta y su minucioso trabajo estilístico pueden quizá justificar una producción escasa. En Salambó (1862) se acerca a la novela histórica y exótica, para volver a lo contemporáneo en La educación sentimental (1869). En 1874 publicó La tentación de San Antonio, obra de la que redactó tres versiones. En 1877 aparece Tres cuentos, y póstumamente (1881) Bouvard y Pécuchet, un análisis de la estupidez humana, que fue una de sus preocupaciones. Se definía como un hombre-pluma por su intensa dedicación literaria, pero también como un monje en la aspereza solitaria de su retiro en Croisset, que interrumpía a veces para sus reuniones parisinas con Théophile Gautier, los hermanos Edmond y Jules de Goncourt y Guy de Maupassant.
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