Editorial Dykinson
Colección Colección Derechos Humanos y Filosofía del Derec, Número 0
Lugar de edición
Madrid, España
Fecha de edición diciembre 2013 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788490316412
384 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 150 mm x 210 mm
Los comienzos del siglo XXI han venido acompañados de una serie de retos a los que la ciudadanía debe dar respuesta. Desafíos como la globalización, no solo económica, sino también cultural y de las comunicaciones; el trasvase de importantes cantidades de población fuera de sus países de origen; la aparición de lo que se ha denominado 'nuevos nacionalismos'; la construcción de espacios políticos supranacionales, como la Unión Europea; la existencia de graves problemas como el cambio climático, los escasos recursos energéticos o las inhumanas hambrunas de millones de personas que parecen exigir alianzas mundiales, 'planetarias', para solucionarlos, etc.
Dar respuesta a estos retos reclama repensar la ciudadanía, reflexionar acerca de qué características han de asociarse a esa identidad política del individuo para que éste pueda enfrentarse a ellos en la línea de una maximización de la libertad, una búsqueda de la igualdad-equidad, de la justicia social, etc., esto es, de una optimización de la democracia. Este es el principal objetivo del libro. A partir de un análisis pormenorizado de los principales problemas de la realidad sociopolítica contemporánea, y tras examinar el concepto de ciudadanía defendido por los modelos políticos más extendidos en el panorama actual de la filosofía política -el liberal, el comunitarista y el republicano-, se va a defender una ciudadanía activa, múltiple o compleja e intercultural.
Un bloque esencial del libro se dedica a las virtudes cívicas. Para esa 'auténtica democracia' a la que aspiramos no basta con buenas leyes, con justas instituciones. Se requiere de buenos y justos seres humanos, comprometidos en la defensa de ese mundo mejor deseado sobre la base de ciertos valores -derechos humanos-. Serán ellos los que creen y hagan funcionar correctamente las leyes e instituciones más válidas, los que las modificarán cuando queden obsoletas. Se han elegido algunas virtudes políticas esenciales como la tolerancia, imprescindible
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