Principios del desastre

Resumen del libro

x{0026}lt;p >x{0026}lt;B>x{0026}lt;I>Principios del desastrex{0026}lt;/I> es el primer libro de poemas de Dávila S.x{0026}lt;/B>x{0026}lt;/P> x{0026}lt;p >x{0026}lt;B>Luces y sombrasx{0026}lt;/B>x{0026}lt;/P> x{0026}lt;p >Tus ojos son esos orbesx{0026}lt;BR>verdes que parpadeanx{0026}lt;BR>en medio de la noche,x{0026}lt;BR>deslumbrando las acerasx{0026}lt;BR>y los cielos,x{0026}lt;BR>mostrando ese suspirox{0026}lt;BR>de luz que te define.x{0026}lt;/P> x{0026}lt;p >¿Podrá mi oscuridadx{0026}lt;BR>luchar contra el vacíox{0026}lt;BR>de tenerte sin tenerte,x{0026}lt;BR>sin ser mío el tiempox{0026}lt;BR>suficiente, en estos ojosx{0026}lt;BR>tuyos que hoy me entienden?x{0026}lt;/P> x{0026}lt;p >Tus labios parecenx{0026}lt;BR>saber todas las respuestas.x{0026}lt;/P>

Biografía del autor

David Dávila Sánchez (7 de junio de 1996) más conocido como Dávila S. es estudiante de bioquímica y biología
molecular de la UCM, y de Derecho por la UNED. Se ha dado a conocer mediante las redes sociales, donde escribe
regularmente como @davilasdavid, especialmente en Instagram y Twitter. Empezó a escribir poesía en su juventud,
allí por el 2009, cuando se encontró a caballo entre la poesía popular de su padre, Julio Dávila, quien ha ejercido gran
influencia sobre su obra, y los versos de Bécquer, Quevedo, Juan Boscán, Góngora, Jorge Manrique, Lope de Vega y
Calderón de la Barca entre otros. En la adolescencia y la etapa adulta, se encontró con autores actuales y referentes
como Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes, Karmelo C. Iribarren, Caballero Bonald, Roberto Cazorla y autores
de la generación del 50 y del 27 como Blas de Otero, Gabriel Celaya, José Hierro, Miguel Hernández, Pedro
Salinas o Vicente Aleixandre entre otros. También es un devorador increíble de ensayo, novela y de vez en cuando
teatro. Este es su primer poemario publicado y, aunque su temática es muy variada, se centra en una visión deshumanizada
y mordaz del amor, acompañada de una ilusión constante y esperanzada por cambiar su suerte y al mundo
tangible que le rodea desde una visión social de un amor olvidado y de un sentimiento que jamás desaparece del todo.