Cuando hablamos de decrecimiento no nos referimos al crecimiento negativo. Tendríamos que hablar de ?a-crecimiento?, como se habla de ateísmo. Se trata precisamente del abandono de una fe o una religión, la de la economía, el progreso y el desarrollo. Si admitimos que la persecución indefinida del crecimiento es incompatible con un planeta finito, las consecuencias de esta constatación (producir menos y consumir menos) están todavía lejos de ser aceptadas. Pero, si no cambiamos de trayectoria, la catástrofe ecológica y humana es ineludible. Aún estamos a tiempo de imaginar, serenamente, un sistema basado en otra lógica: una ?sociedad de decrecimiento?. Serge Latouche es licenciado en ciencias políticas, filosofía y ciencias económicas. Profesor emérito de economía de la Universidad Paris-Sud (Orsay), es especialista en relaciones económicas y culturales Norte-Sur y en epistemología de las ciencias sociales. Es también autor de Sobrevivir al desarrollo y La apuesta por el decrecimiento (ambos publicados en Icaria).
Serge Latouche (Vannes, 12 de enero de 1940), es un economista francés célebre ideólogo y partidario del decrecimiento.<br>Serge Latouche es uno de los contribuidores históricos de la Revue du MAUSS (Movimiento AntiUtilitarista en Ciencias Sociales), profesor emérito de la Facultad de Derecho, Economía y Gestión Jean Monnet (Sceaux) de la Universidad de Paris-Sud 11.<br>Influenciado por las ideas de François Partant, Latouche es miembro fundador y antiguo presidente de la asociación La ligne d'horizon, cuyo objetivo es dar continuidad a la reflexión de Partant.<br>En el ámbito de las ciencias sociales, Latouche ha desarrollado una crítica a la ortodoxia económica productivista capitalista, el economicismo y el utilitarismo relacionados con las nociones de desarrollo y progreso. Critica asimismo el desarrollo sostenible, que considera simultáneamente oxímoron y pleonasmo.<br>En base a esta crítica robusta, se ha convertido en uno de los ideólogos más conocidos del decrecimiento, aunque aclarando respecto de la alternativa: El decrecimiento, como tal, no es verdaderamente una alternativa concreta; sería, más bien, la matriz que daría lugar a la eclosión de múltiples alternativas. Evidentemente, cualquier propuesta concreta o contrapropuesta es a la vez necesaria y problemática.<br>Insiste además en el hecho de que el decrecimiento no se trata de una opción, sino que vendrá impuesto por los límites al crecimiento, y que resume en su expresión Decrecimiento o barbarie <br>En 1998 recibió el Premio europeo Amalfi de Sociología y Ciencias Sociales
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