Editorial Guillermo Escolar Editor SL
Colección Desclasados, Número 0
Lugar de edición
Madrid
Fecha de edición junio 2019 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788417134723
174 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda con solapas
Dimensiones 150 mm x 230 mm
tarde con su marido, representan para Edith Wharton una alternativa feliz a la vida rutinaria, embotada social y espiritualmente, de Newport.
Desde muy joven encuentra en Europa los recursos intelectuales idóneos para una sensibilidad artística, literaria y filosófica que decae hasta la depresión, en sentido estricto, cuando su genio tiene que convivir con el día a día burgués de la cotidianeidad.
La literatura de viajes de Wharton huye de un fenómeno que ya en su tiempo anunciaba sus rasgos más propios, la profanación que hace el turismo de masas del sentido histórico, estético y cultural de la obra de arte.
Así, estos Paisajes italianos no son una guía de viaje para consumo rápido, esquemático y superficial, de visitantes que saldan sus andanzas por Italia con un x{0026} x0201C;yo estuve allíx{0026} x0201D; que compartir en sus ciudades de origen.
A diferencia de todo ello, las páginas de Wharton son una auténtica crítica de arte, en el sentido moderno de que ofrecen una valoración informada, documentada históricamente, de las piezas pictóricas, escultóricas o arquitectónicas que describe al lector.
(Nueva York, 1862 - Saint-Brice-sous-Forêt, Francia, 1937) Nació en el seno de una familia acomodada. Se casó con un aristócrata doce años mayor que ella, del que acabó divorciándose. Fue una mujer muy independiente para su época, viajó sola por todo el continente europeo y realizó largas estancias en París. En 1907 se estableció definitivamente en la capital francesa, donde se convirtió en amiga de Henry James. Fue la primera mujer en ganar un premio Pulitzer, que obtuvo por La edad de la inocencia (1920). Las novelas breves que reunió en el volumen titulado The Old New York (1924), entre las cuales El día de Año Nuevo y La solterona, publicadas en esta misma colección, retratan las costumbres de la alta sociedad en la época dorada de la ciudad, en la que las apariencias eran sumamente importantes.
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