Editorial Siruela
Colección El árbol del paraíso, Número 0
Lugar de edición
Madrid, España
Fecha de edición febrero 2025 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788410415218
160 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 145 mm x 215 mm
Oro y estiércol reúne una selección de textos traducidos por primera vez al castellano en torno a la retablística, el barroco y la forestalidad. El autor no cree posible el culto a una imagen tallada en madera sin venerar al árbol que la encarna. Y es así como nace este libro de escritura arbórea en que la palabra y la madera se suplantan constantemente. El nacimiento sucede en el intersticio que implica todo encuentro, el del sujeto y el árbol, el del sujeto y el retablo recubierto con el oro que vistió la madera y que nos alerta acerca de su encarnación.
No es este un estudio sobre retablística. Es un ejercicio de escritura en el que, del mismo modo que la madera encarna la imagen, la palabra encarna al bosque que está detrás del retablo. El autor dice que el libro gira fértil y exhausto a la vez sobre estas dos certezas y es que, en efecto, la exuberancia y la extremosidad de la palabra lo caracterizan. Pero se trata de palabras rumiadas , como quería san Bernardo que sucediera en la meditación. Nos encontramos ante un ensayo en el sentido etimológico de acto de sopesar en el que se mide el valor de la palabra: no es un retablo, no es un bosque, sino un libro, aunque estas tres realidades se encuentran en una relación de perfecta equivalencia. El lector paseará entre los árboles de un bosque, entre las molduras doradas de los retablos y entre las palabras que dan nueva vida a bosques y retablos.
Perejaume (Sant Pol de Mar, 1957) es un artista y escritor de culto, muy a su pesar. Sus obras y libros han creado un cuerpo de imágenes e ideas que, una vez superada su apariencia anacrónica, constituyen una enmienda a nuestras formas de vida globalizadas. Su adhesión al localismo no tiene un trasfondo folklórico, sino radical. En sus obras y textos solo existen los lugares que se pueden alcanzar a pie, caminando. Cuando el sistema del arte parece exigir un internacionalismo acrítico, Perejaume transita este mundo desde una perspectiva ligada a la materialidad histórica y ancestral del campo. Una descripción injusta sería considerarlo un poeta, acepción que se le adjudica por su capacidad de adueñarse del lenguaje, que a menudo pone patas arriba con el concurso de una ironía deslumbrante. Mejor sería considerarlo un agricultor que en algún momento fue artista.
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