Editorial Impedimenta
	
					
					
					
					   Lugar de edición
					
					Madrid, España
					
					
                    
					
					
					
						Fecha de edición  marzo 2011  · Edición nº 1
					
					
					
						
						
							
						Idioma español
							
							
							
						
						
						
						
						
						
						
						
						
					
			    	EAN 9788415130116
					
						
						224 páginas
					
					
					
						
					
						Libro
						
							encuadernado en tapa blanda
						
						
						
						
					
					
					
						
					
					
					
								
					
						Dimensiones 13 mm x 21 mm
					
					
						
Funcionario ejemplar por el día, dandy y anarquista bombista por las noches, Félix Fénéon es una de las personalidades más extrañas y asombrosas de la literatura europea del XX. Secundario de lujo en el panorama artístico, valedor de Gide, Proust y Schwob, el periódico Le Matin le encarga en 1906 la elaboración de la página de sucesos: allí bregará con accidentes, peleas, tumultos, incendios y asesinatos. Fénéon cambia totalmente el anodino estilo de redacción de la columna de faits-divers por uno que se sirve de la retórica, el ritmo y la prosodia para relatar concisamente, en tres líneas, sucesos cargados de sarcasmo y humor negro, acontecimientos truculentos y triviales, pequeñas cápsulas de vida de alto contenido explosivo. El resultado es un conjunto de cerca de 1.200 breves textos que llegan a nosotros con una frescura y un descaro que todavía hoy nos parecen sorprendentes. Novelas en tres líneas es un libro de una rareza apasionante, un retrato hilarante y extremadamente cruel de la sociedad francesa de principios del XX. 
 Félix Fénéon (Turín, 1861-Châtenay-Malabry, 1944) fue periodista, crítico de arte y director de varias revistas francesas. Con veinte años entró a trabajar en el Ministerio de la Guerra, donde se hizo célebre por la facilidad con que se prestaba a redactar las notas de sus compañeros, para quienes el solo hecho de escribir suponía un esfuerzo insufrible. Pronto llamó la atención su estilo claro, preciso, con concordancias de ritmos bizarros, así como su capacidad para escribir como un redactor de códigos. Se comprometió con el movimiento anarquista desde 1886, y colaboró con diversos diarios y revistas libertarias, llegando a ejercer temporalmente de director de una de ellas. En 1894 fue acusado de perpetrar el célebre atentado contra el restaurante Foyot, ya que, tras registrar su domicilio y la oficina que tenía en el ministerio, encontraron mercurio, elemento con el que supuestamente podría haber fabricado una bomba. Numerosos artistas clamaron su inocencia. Él declaró que el mercurio también permitía fabricar barómetros, y consiguió ser absuelto gracias a lo persuasivo de su carácter. Continuó con su carrera periodística fue jefe de redacción de la célebre Revue Blanche , creó la editorial Éditions de la Sirène fue el primero en traducir al francés a Joyce para luego llegar a ser director de la galería Bernheim-Jeune. Después de la Primera Guerra Mundial se alejaría del anarquismo para acercarse al comunismo de la mano de su amigo el artista y pintor Paul Signac. Fénéon fue conocido en vida sobre todo como crítico de arte y descubridor de nuevos talentos, tales como Seurat o Matisse.
			
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