Editorial Palabra
Colección Arcaduz
Fecha de edición noviembre 2018 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788490616802
184 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 135 mm x 215 mm
Este relato comienza como una novela y acaba con un conmovedor réquiem en memoria del pequeño franciscano, que hizo amigos entre todos los hombres.
Al despedirse, camino de la deportación a un campo de concentración en 1939, Maximiliano Kolbe dijo a sus compañeros franciscanos las palabras que dan título a esta obra: "No olvidéis el amor". Partiendo de documentos inéditos, el autor relata con maestría las aventuras y el final heroico de un joven polaco de familia muy pobre y que provocaba la admiración de sus maestros por las muchas dotes que poseía. Lo vemos encaminado hacia una gran carrera de ingeniero o de inventor. Pero escogió la vida religiosa "para convertir la tierra entera".
Su fe, su fuerza y su energía llenaron de éxito todas las empresas que emprendió. Poco antes de la última guerra, dirigió una verdadera "ciudad mariana", el convento mayor del mundo -setecientos franciscanos- y una enorme imprenta con treinta y tres rotativas, que editaba trece publicaciones, la principal de las cuales tiraba un millón de ejemplares. Llegó hasta el Japón, en donde, sin dinero y sin conocer el idioma, en el plazo de un mes organiza el lanzamiento del mayor diario católico japonés.
Durante el régimen nazi fue detenido y deportado a Auschwitz. En este campo de la muerte prosiguió su labor y continuó brindando su fortaleza a los demás. Murió en 1944, ocupando el lugar de un compañero condenado a morir de hambre, tras catorce días de terrible agonía.
Juan Pablo II lo proclamó santo y mártir, el 10 de octubre de 1982.
André Frosard nació el 14 de enero de 1915, à Colombier-Châtelot (Doubs) en una familia protestante por la rama materna y una abuela judía por la rama paterna. Su padre, que había sido secretario general del partido socialista con 28 años, fue elegido a los 30 años primer secretario general del Partido Comunista francés. André Frossard se convirtió al catolicismo, por una gracia especial de Dios, el 8 de julio de 1935, cuando entró en la capil
|