Lo sepamos o no, todos ejercemos influencia en el destino de los demás. Vamos en el mismo barco, navegamos juntos o nos hundimos juntos. Y algo que nos une es la velocidad del cambio mundial. El término heredado para semejante proceso ha sido el de modernización . Cada día nos recuerdan y repiten: ¡modernizarse o morir! o no hay más alternativa... . Y nos modernizamos, de manera voluntaria o bajo presión. Modernización llena de riesgos, incertidumbre, inseguridad y ambivalencia. Desde esta misma perspectiva hay que leerlo todo, esto es, una realidad que nos atrae y nos repele al mismo tiempo; en consecuencia, no hay manera de gozar del lado bueno sin excluir al malo. El pensamiento y obra de Zygmunt Bauman cubre el conjunto de los problemas centrales de la teoría social.
Zygmunt Bauman nació en Poznan, Polonia, en 1925 y falleció en la ciudad inglesa de Leeds en 2017.<br> Tras la invasión nazi, su familia se refugió en la zona soviética y Bauman se alistó en el ejército polaco, que liberaría su país junto a las tropas soviéticas. Fue miembro del Partido Comunista hasta la represión antisemita de 1968; la consiguiente purga le obligó a abandonar su puesto como profesor de filosofía y sociología en la Universidad de Varsovia. Después enseñó sociología en Israel, Estados Unidos y Canadá, y fue profesor emérito en la Universidad de Leeds (Reino Unido).<br> En su abundante producción destacan libros fundamentales de la sociología contemporánea como Modernidad y holocausto o Modernidad líquida, o el volumen de conversaciones Vivir en tiempos turbulentos, donde nos brinda un acceso privilegiado a su pensamiento y a diversos aspectos clave de su vida. Zygmunt Bauman mereció el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010, el Premio Amalfi de Sociología y Ciencias Sociales (1992) y el Theodor W. Adorno (1998).
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