Mensaka y la pella

Resumen del libro

Ya sea a través de la historia de David, un mensajero que recorre las calles de Madrid en espera de que su banda de rock triunfe, o de Kiko y Borja, la pareja de protagonistas de La pella que pugnan, con entrañable torpeza juvenil, por saldar su deuda de drogas con el amenazante Tijuana, el universo de Mañas es siempre perfectamente reconocible: historias callejeras, urbanas, de un gran realismo y con su punto de humor y tragedia entremezclados que nos recuerdan que la vida es siempre un cúmulo de vicisitudes inesperadas y casi nunca cómodas. Bala Perdida se congratula en presentar esta nueva reedición de la novela que fue llevada a la pantalla con notable éxito por Salvador García (Goya al mejor guion adaptado, 1998) y otra perla, menos conocida, de este autor. Todo aquel que se haya enamorado de Historias del Kronen disfrutará con la lectura de Mensaka y La pella.

Biografía del autor

Nací en Madrid en 1971. Mi carrera literaria arrancó en el año 1994, teniendo yo veintidós años y siendo finalista del premio Nadal con mi opera prima, Historias del Kronen. Aquella obra, que fue seleccionada por el periódico El Mundo como una de las cien novelas españolas más importantes del siglo XX, tuvo un éxito fulminante y se convirtió en un clásico instantáneo: es considerada como un retrato fidedigno de la juventud española finisecular y su adaptación al cine me llevó a ganar un Goya como guionista y fue la película española más taquillera del año 1995. Desde entonces, no he dejado de publicar y, con más de treinta títulos a mis espaldas, sigo en la brecha alternando novelas contemporáneas con novelas históricas. Mis novelas contemporáneas más conocidas son Historias del Kronen, Mensaka (adaptada al cine por Salvador García en 1998, premio Goya al mejor guion adaptado), La última juerga (premio Ateneo de Sevilla, 2019) y Una vida de bar en bar (Algaida, 2020). Mis novelas históricas más importantes son Conquistadores de lo imposible (2019), El hispano (2020), ¡Pelayo! (2021), Fernán González (2022) y Guerrero (2023). Tanto en un registro como en el otro, lo que procuro es descifrar la realidad de mi país, a veces mirando de frente al presente y a veces buceando en el pasado.