Editorial Maclein y Parker
Colección Mirto, Número 0
Fecha de edición febrero 2017 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788494658624
80 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 120 mm x 185 mm
Despedirse no tiene por qué significar estar lejos, y la cercanía de los cuerpos puede esconder una separación. Crecer es marcharse, y volver para quedarse en el jardín de los primeros recuerdos. Crecer es crear, y crearse. Las distancias suplentes explora el concepto de distancia, tanto física como con uno mismo o con lo ya vivido. Asimismo, el viaje, real o sentimental, a través de distintas ciudades es el reflejo del paso hacia la madurez del poeta, tanto vital como creativa. El poemario, estructurado en tres partes, tiene cierto sentido circular, recorriendo a base de versos el camino que va de la separación al anhelo del reencuentro, pasando por un periodo de reflexión y soledad, y vuelta a empezar. Las distancias suplentes destaca por una lírica muy cuidada y un estilo muy plástico inspirado, no solo por corrientes y autores contemporáneos, sino también por el modernismo, plagado de imágenes inspiradas en la naturaleza, las ciudades y los entornos que rodean al poeta.
El poeta José Nieto Jiménez (Jaén, 1939-2005), fue un personaje enigmático, un autor que creció literariamente rompiendo con el oficialismo poético de su tiempo para terminar asumiendo descreídamente la condición de escritor de culto que le cupo en suerte (o en desgracia). Persona extraordinariamente discreta, aquietada en su intimidad, recluida en su timidez, desolada quizá por un desamparo innombrable , en palabras del poeta y escritor Juan Manuel Molina Damiani, Nieto fue un hombre de vastísima cultura científica y artística, que conocía a fondo las obras de Rubén Darío, Juan Ramón y Antonio Machado, al que influyeron los poetas de la Generación del 27 y del realismo social de los cincuenta, de modo particular Ángel González y Jaime Gil de Biedma, y que no desatendió las poéticas de coetáneos suyos como Antonio Martínez Sarrión, Manuel Vázquez Montalbán o Diego Jesús Jiménez.<br><br>Situado en los márgenes de la ciudad provinciana en la que vivió la mayor parte de su vida y refugiado en sus audiciones de música clásica y flamenco, sus paseos en bicicleta, sus partidas de ajedrez y la belleza tranquila de sus poemas, Nieto se abstuvo largas temporadas de escribir, pero sobre todo de buscar editor, lo que no impidió que diera en vida a la imprenta títulos como Autor de Sin Fonía' (antología de su producción desde 1961 a 1984), 20 poemas desesperados y una canción' o Dodecafonía'.
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