Coincidiendo con el vigésimo aniversario de la muerte de Pedro Casariego Córdoba (Pe Cas Cor, Madrid 1955-1993), Árdora Ediciones reedita La vida puede ser una lata, obra mítica del autor, con algunos nuevos dibujos y con un orden más próximo al cronológico. Este peculiar libro, dibujos y textos forman un todo en el que también se mezclan alegrías y penas, sentido del humor y sentimiento trágico. La levedad y la limpieza de los trazos encuentran su fiel reflejo en la concisión y la frescura de las palabras, para, juntos, llevarse una parte del valor del poeta y levantar un hito luminoso en su decidido camino hacia el silencio. Hablando de La vida puede ser una lata, Pedro Casariego dijo: ¿Cómo va a ser un libro exactamente como la vida?... En el mejor de los casos, un libro es el hijo ilegítimo, el hijo bastardo de la vida; lo que pasa es que, a veces, los hijos bastardos son más guapos y más puros que sus padres. Un libro habla de lo que no es, de lo que pudo ser, de lo que debió ser, de lo que podría haber sido si alguien hubiera tenido una espalda derecha y no unos pies planos. La vida es. Nada más.
x{0026}lt;strong Pedro Casariego Córdobax{0026}lt;/strong (Madrid, 1955-1993), poeta y pintor, se dedicó a la escritura entre 1975 y 1986. O hasta 1988, si contamos sus cuadernos de textos y dibujos, en los que priman el humor y la levedad. En 1989 comenzó a producir su obra pictórica, llegando a superar el centenar de lienzos. En los primeros días de 1993, como notable excepción, terminó x{0026}lt;em Pernambuco, el elefante blancox{0026}lt;/em , cuento ilustrado que escribió para su hija Julieta. El 8 de enero de ese año se suicidó.x{0026}lt;/br En la raíz de su pensamiento poético están el deseo de conservar su virginidad creativa, la convicción de la insuficiencia del lenguaje, la idea del arte interior y la lucha quijotesca contra el tiempo con la poesía como arma.x{0026}lt;/br El grueso de su obra poética se ha reunido en x{0026}lt;em Poemas encadenadosx{0026}lt;/em (Seix Barral).
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